“Venga, ¿qué queréis saber?”, dice Alec Baldwin (Nueva York, 63 años) mientras se acerca a los reporteros que le siguen desde que hace 10 días matara accidentalmente a Halyna Hutchins, de 42 años, en un rodaje. En el vídeo de casi cuatro minutos de duración, difundido por el medio especializado TMZ, el actor aparece acompañado de su mujer, Hilaria Baldwin, que se encarga de grabar con su móvil la tensa conversación. “Es una investigación abierta y no puede responder a ninguna pregunta sobre ella”, dice el intérprete a la primera cuestión, sobre cuál es el estado actual del caso. “Era mi amiga”, prosigue, “el día que llegué al rodaje la llevé a cenar con Joel, el director. Éramos un equipo muy, muy bien engrasado, rodando juntos una película hasta que sucedió este horrible suceso”.
La directora de fotografía Halyna Hutchins murió el pasado 22 de octubre en Nuevo México en el rodaje del western Rust, tras recibir un disparo del actor con un arma de atrezo, que debía estar cargada supuestamente con cartuchos de fogueo. También resultó herido el director de la película, Joel Souza, de 48 años, que fue trasladado a un hospital de Santa Fe y ya ha recibido el alta. La policía acudió al lugar de los hechos tras recibir una llamada y ha abierto una investigación por homicidio imprudente, mientras que la Fiscalía no descarta presentar cargos contra Baldwin. Las pesquisas se centran por el momento en el propio actor, que fue quien disparó el revólver; el primer asistente de dirección, Dave Halls, que le entregó el arma, y la encargada de la armería, Hannah Gutierrez-Read.
“Hablo con los policías cada día”, reconoce Baldwin en el vídeo. Cuando uno de los reporteros le pregunta si también está en contacto con la familia de Hutchins, pero no recuerda el nombre, su esposa interviene: “Su nombre es Halyna. Si vas a pasar tanto tiempo esperándonos, deberías saber su nombre”. “No sabes su nombre, ¿en serio?”, exclama también el actor que reconoce que habla frecuentemente con el viudo de la directora de fotografía: “Me reuní con su marido, Matthew, y su hijo. El hombre está abrumado por el dolor”.
“De vez en cuando hay accidentes en los rodajes, pero nada como esto. Esto es un episodio de uno entre un billón”, asegura. El incidente ha reabierto el debate sobre el uso de armas de fuego en los rodajes en Estados Unidos. En España, la normativa impide que el calibre de las armas de fogueo coincida con el de la munición real, por lo que un accidente como el de Alec Baldwin no podría producirse. “Sé que hay un interés en limitar el uso de armas de fuego en escenarios de rodaje y es algo en lo que estoy extremadamente interesado”, reconoce el actor en su intervención. “Pero recordad algo que creo que es importante: ¿cuántas balas se han disparado en películas y series en los últimos 75 años? Esto es América. ¿Cuántas balas se han disparado antes? Miles de millones. Nos damos cuenta cuando algo sale mal y es horrible y catastrófico. Deben tomarse medidas nuevas (armas adecuadas, armas de plástico o no), pero no me corresponde a mí decidir cuáles. Comprended que yo no soy un experto en este campo, así que el camino que otros decidan seguir, en términos de proteger la seguridad de las personas en los sets de rodaje, estoy totalmente a favor”.
El actor, que reconoce que no ve factible retomar la grabación de Rust, pide también a los fotógrafos que dejen de seguirle. “Mis hijos están en el coche llorando”, dice, mientras su mujer interviene, “porque les estáis siguiendo y lo saben”. “Como deferencia hacia vosotros salí [a hablaros]. No se me permite comentar la investigación. Hablo con la policía a diario. Estoy cooperando con ellos, claro. Lo que quiero decir es que salí a hablar con vosotros como deferencia. Ahora, por favor, ¿podéis dejar de seguirnos y dejarnos en paz? Os hemos dado todo lo que podíamos”, añade Baldwin mientras regresa a su vehículo.
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