Hace dos semanas que Ernesto Neyra ingresaba en la prisión de Huelva debido, según ha explicado su exmujer Lely Céspedes, al impago de la multa impuesta por no abonar la manutención de sus hijos. Le ha bastado estos casi 20 días privado de libertad para, solo 24 horas después de recuperarla, celebrar por todo lo alto su salida de la cárcel con una fiesta en su domicilio donde ha estado acompañado de sus allegados. Ha sido una celebración en la que no ha faltado de nada: comida, bebida, compañía y música, su gran afición. Lely ya lo comentaba hace unos días durante su intervención en ‘Viva la vida’, «Le gusta mucho una fiesta». Todo cuando se le preguntó por su papel como padre, a lo que su exmujer contestó rotunda comentando cómo a las reuniones escolares o a las citas médicas no se presentaba, pero sí en los festivales del colegio.
Tras pasar la noche en su vivienda en compañía de su familia, entre ellos su hermana y defensora en televisión, Mari Paz, la fiesta comenzaba al mediodía. Arroz negro y un dúo flamenco amenizaba la celebración de la puesta en libertad del bailaor que, en palabras de su amigo Antonio David «se ha encontrado mucho más libre en prisión que fuera de la cárcel», haciendo alusión a «la presión que ha tenido durante estos años». El colaborador hablaba así minutos después de comenzar ‘Sálvame’ donde, a través de videollamada, ha transmitido lo que le ha contado su amigo sobre su encarcelamiento. «Me llamó y lo vi con fuerza y con ganas e intención de resolver ciertas cuestiones planteadas en televisión y que él califica de mentira».
La versión de Lely no tiene nada que ver con la que ofrece su exmarido. El bailaor mantiene que ha entrado en la cárcel por las numerosas denuncias de la madre de sus hijos por no abonar la manutención de sus hijos, esta defiende que la entrada en prisión se ha debido a la decisión de un juez al no haber pagado la multa por el impago de dicho sustento. «Su situación fue a peor debido a la denuncia por maltrato que le cerró mucha puertas y no pudo recuperar su actividad profesional», ha explicado Antonio David. Y ha continuado con el razonamiento del bailaor: «De ahí que no pudiera hacerse cargo de la cantidad total».
Mientras Ernesto Neyra defiende esta postura, Lely sigue argumentando sus esfuerzos por impedir que su ex entrara en prisión, y ha querido dejar claro una vez más que lo ocurrido se ha debido a «la multa por el impago». Y lo hace después de que hace unas semanas explicara, en ‘Viva la vida’, que su situación económica, sumada a la deuda de su exmarido, la obligaron a vender sus enseres en mercadillos, para poder dar de comer a sus hijos. «Me levantaba a las 6 de la mañana, llenaba el coche con todo lo que podía, me iba a una hora de camino, ponía una manta y así lo hacía», contaba entre lágrimas mientras detallaba además que en ese tiempo, Ernesto hizo una obra en su domicilio y viajó a Latinoamérica, donde alargó su estancia durante una semana, para asistir a una boda.
Impagos y condena
Ernesto Neyra ha salido de la cárcel tras solicitar el tercer grado, solo dos semanas después de su ingreso en prisión. Condenado a 90 días al no hacer frente al pago de la multa ni cumplir con la orden de ingreso voluntario en la cárcel, el bailaor defiende que esta situación se debe a la presión recibida por parte de Lely Céspedes al no haber abonado el dinero de la manutención de sus hijos. La modelo ha explicado en ‘Viva la vida’ con detalle el proceso: «En un principio el juez impuso 2.000€ de pensión. Acepté 1.200 -400 por niño- , pero al final paga menos porque me dice que quiere seguir pagando el seguro médico, pero nunca pagó», comenzaba diciéndole a Toñi Moreno.
«Cuando dejó de pagar y la cifra llega a 53.000€, entró el juez en juego. Se llega a un acuerdo y de 1.200 se pasa a 500. Y lo que en realidad paga es 30, 50, 200€ mientras le ponía mensajes diciendo que los niños tenían cosas y yo no tenía con qué pagarlo». De momento Ernesto ya está de nuevo en libertad y su turno de réplica lo ha utilizado con una fiesta.