¿Es buena idea lavar el pollo crudo antes de cocinarlo?

¿Qué hacen muchas personas cuando se disponen a cocinar un pollo? Lo normal suele ser lavarlo, ya sea que esté entero o cortado por partes, pero ¿es realmente necesario lavar el pollo con agua antes de cocinarlo? ¿Puede que lo estemos haciendo mal?.

¿Se debe lavar el pollo crudo antes de cocinarlo?

lavar el pollo

Como pensamos con cualquier otra carne que queramos cocinar, el pollo puede tener bacterias acumuladas que es mejor eliminar bajo el chorro del agua del grifo, pero lo cierto es que no es así…es más puede que si lavamos el pollo, en realidad estemos contribuyendo a que entremos en contacto con un mayor número de bacterias, pero ¿de qué manera?.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, el hecho de lavar el pollo antes de cocinarlo puede ser todo un riesgo, ya que podemos acabar extendiendo las bacterias campylobacter y salmonella presentes en la carne del pollo  (así como la del pavo), de modo que tras cocinarlo y comerlo, podríamos acabar intoxicandonos.

En realidad, cuando lavamos el pollo, sus jugos acaban saltando por la cocina y no solo existe el riesgo de que lleguen a contaminar otros alimentos, sino que también pueden contaminar las superficies y utensilios que tengamos cerca. 

Y no solo eso, algunas de las bacterias que ya están en el pollo, están tan adheridas que resulta del todo imposible pretender quitarlas con un poco de agua. Es más, cuando colocamos el pollo bajo el grifo, en realidad lo único que conseguimos es que el agua salpique y con ello, que las bacterias salten por todos lados, produciendo una contaminación cruzada que se debería evitar a toda costa.

¿Qué hacer para evitar las bacterias en el pollo?

Aunque esta sea la recomendación de los expertos sanitarios en Estados Unidos, existen personas que se niegan a seguir esa recomendación por lo que también se habla de saber lavar bien el pollo crudo antes de cocinarlo y en lugar de hacerlo bajo el grifo sin más, o como es costumbre, basta con llenar un recipiente con agua, e introducir unos minutos el pollo dentro. De este modo, dicen, se eliminan cualquier bacteria en la superficie de la carne y ya podemos cocinarlo luego sin problema alguno.

Además, si lo que queremos es eliminar la salmonela y la campylobacter, y también como no, la capa mucosa que suele cubrir el pollo crudo, la clave está en cocinar la carne de forma adecuada.

De este modo, basta con cocinar el pollo a una temperatura interna de 74º centígrados o más y con ello podremos acabar con todas las bacterias. Para asegurarnos de que alcanza dicha temperatura, bastará utilizar un termómetro de cocina.

Por otro lado, también podemos evitar la contaminación cruzada con la limpieza a fondo de todos los utensilios, tablas de cortar y superficies en la cocina después de entrar en contacto con la carne cruda y además, es preferible que la tabla de cortar sea de plástico y no de madera para que la superficie no absorba los jugos de la carne.


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