¿Es conservadora la España interior?


El pasado 24 de enero, el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER lanzaba la siguiente cuestión: ¿es lo rural el nuevo campo de batalla electoral para la derecha? Esta pregunta contenía un argumento implícito: la izquierda parece no poder aspirar a liderar la España interior. De hecho, cada vez que las reivindicaciones del campo hacen su aparición, la derecha intenta monopolizar las protestas. A finales de enero ocurrió en Lorca de forma violenta. También lo hemos visto en las manifestaciones del 23 de enero y del 20 de marzo, donde los líderes de PP y Vox se pusieron al frente de las pancartas.

Sí que es cierto que cada vez que surge un debate en torno a cuestiones como la ganadería, la agricultura o la caza, los dirigentes conservadores rápidamente ofrecen propuestas. En cambio, en la izquierda el debate se vuelve más complejo. Algunos progresistas entienden que las cuestiones medioambientales son incompatibles con las reivindicaciones de agricultores, ganaderos o cazadores. Pero los que vivimos en el mundo rural, no vemos tales contradicciones. Cuanto más restrinjamos las actividades agrícolas o ganaderas, mayor será la desertificación del país y se incrementará la despoblación. Desde luego que toda actividad en el campo debe ser sostenible medioambientalmente.

Algunos podrían pensar que el problema para la izquierda no es tanto de discurso y de políticas, como de votantes. Es decir, los sectores económicos más arraigados en el mundo rural son conservadores. Pero ¿qué dicen los datos?

Si nos retrotraemos a las últimas elecciones municipales y analizamos las 10 provincias menos pobladas, veremos que entre las poblaciones de más de 10.000 habitantes la izquierda gobierna en 17, la derecha en cinco y las tres restantes están en manos de partidos locales. Por lo tanto, hay una abrumadora mayoría de alcaldes de izquierdas, aunque las papeletas progresistas sólo superaron a las de derechas en 13 de los 25 municipios. Coaliciones locales con una cierta transversalidad permitieron incrementar el número de gobiernos municipales para el PSOE.

En unas elecciones municipales, el factor humano influye: un buen candidato puede aumentar el número de apoyos de un partido. Por ello, vayamos a los resultados de las últimas elecciones generales. Cuando la gente vota a nivel nacional, la ideología pesa mucho más. Las 10 provincias menos pobladas reparten 30 escaños. En 2019, el PSOE logró 13 escaños, el PP alcanzó la cifra de 12, Vox sumó cuatro y Teruel Existe se quedó con uno. Además, el PSOE superó al PP en 5 de las 10 circunscripciones. No obstante, si sumamos los votos de los principales partidos de la derecha (PP, Vox y Cs) y los comparamos con la suma de las formaciones de izquierdas (PSOE y Unidas Podemos-IU), veremos que las papeletas conservadoras superaron a las progresistas en todas las circunscripciones.

Para completar esta radiografía de las elecciones generales, descendemos de nivel y analizamos las capitales de provincia, las poblaciones intermedias (más de 10.000 habitantes) y el resto de municipios de menor tamaño. En las capitales de provincia, la izquierda sólo se impuso en tres. En las ciudades intermedias, los progresistas aventajaron a los conservadores en 3 de las 15 existentes. Finalmente, entre las poblaciones más rurales, la izquierda sólo superó a la derecha en Huesca y por el 0,3% de los votos.

En definitiva, si el criterio es ideológico y apartamos las cuestiones más personales que influyen en lo local, la derecha parece tener más apoyos que la izquierda. Pero ¿por qué el PSOE logró más escaños? En 2019, la fragmentación de la derecha era enorme: no sólo Ciudadanos logró un buen número de votos, sino que Vox alcanzó cuatro escaños y superó al PP en Guadalajara.

No obstante, esta fotografía electoral está cambiando. El notable descenso de los apoyos a Ciudadanos y la llegada de las plataformas de España Vaciada anticipan que el futuro es distinto. La crisis de Cs está engordando los apoyos del PP. La intriga, en cambio, está en las plataformas ciudadanas: ¿a quién afectan más? La encuesta poselectoral de Castilla y León del CIS da algunas pistas. El 67% de los que declaran votar a Soria Ya se sitúan en el espacio de la izquierda y el centroizquierda; el 4% dice no tener ideología y el 29% restante se adscribe al centroderecha y la derecha. Así, las candidaturas de España Vaciada están afectando más a los progresistas.

¿Significa esto que la izquierda debe renunciar a la España interior? Estamos ante un campo de batalla que va a ser crecientemente más disputado. La enorme fragmentación del Parlamento muestra que cada escaño cuenta. Si la izquierda quiere plantear batalla, no sólo debe tener propuestas, sino que además debe apoyarse en personas que son referentes, especialmente en el ámbito local: el mundo rural está lleno de alcaldes y concejales progresistas.

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