Fanta es una marca de gaseosa que en la actualidad pertenece a Coca-Cola. Fabrica y comercializa más de 90 variedades de bebida en todo el mundo, siendo las de naranja y limón las más conocidas. Hay sabores muy peculiares: aloe vera, tropical, melón, sandía, papaya, mora azul… Además de la gran variedad sabores, Fanta también vende sus bebidas en distintos formatos en función de su contenido de azúcar: Fanta y Fanta Zero.
La compañía sólo comercializa la variedad Zero en los dos sabores con más éxito en términos de ventas: naranja y limón. Aún así, todos los nuevos lanzamientos no tienen azúcares añadidos, y su contenido en azúcar es inferior a 1 gramos por cada 100 mililitros.
Según datos aportados por la propia compañía, el contenido en azúcares añadidos ha disminuido un 65,4% y un 66,8% para Fanta Naranja y Fanta Limón, respectivamente, desde 21014 Además, ambos sabores tienen su propia versión Zero, cuyas ventas han crecido de manera significativa en los últimos años.
Fanta y Fanta Zero
La Fanta tiene un aporte calórico de 19 kilocalorías por cada 100 mililitros, y aporta 4,5 gramos de azúcares por cada 100 mililitros. En el caso de la Fanta Zero, aporta 4 kilocalorías por cada 100 mililitros, y el contenido de azúcares es de 0,8 gramos por cada 100 mililitros. Fanta Zero indica que tiene cero azúcares añadidos, pero el refresco sí tiene el azúcar presente en las frutas, naranja o limón.
¿Significa esto que podemos tomarnos una Fanta Zero a diario? Definitivamente, no. Lo primero a tener en cuenta es que desde el punto de vista nutricional no aportan nada al organismo. Además, un estudio publicado recientemente de la Universidad de Marquette (Estados Unidos), indica que este tipo de refrescos contienen edulcorantes que, a pesar de no ser calóricos, tienen efectos negativos en el cuerpo.
Estos edulcorantes hacen que el organismo modifique el procesamiento de las grasas si este tipo de refrescos se consumen de manera habitual. Además, pueden acumularse en la sangre, generando daños en las células que forman las paredes de los vasos sanguíneos a largo plazo.
A todo esto hay que sumar que los edulcorantes artificiales están relacionados con enfermedades como la diabetes y la obesidad, aunque mediante mecanismos distintos a los del azúcar.
Por supuesto, podemos tomar un refresco de Fanta Zero de vez en cuando cuando nos juntemos con nuestros amigos o familia, pero el consumo no debe ser habitual en el marco de un estilo de vida saludable.
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