La fiscalía del Distrito de Columbia y el departamento local del Buró de Investigaciones Federales (FBI) ofrecieron este martes nuevos detalles sobre los cargos presentados a varios sospechosos tras el asalto al Capitolio ocurrido el pasado miércoles, e indicaron que están considerando posibles acusaciones de sedición y conspiración contra los participantes.
El fiscal Michael Sherwin indicó que han sido recaudadas más de 100,000 piezas de evidencia, mientras que hasta el momento hay más de 70 acusados y unas 170 investigaciones en curso sobre individuos que posiblemente tomaron parte en la irrupción a la sede del Congreso. Se espera que esos números suban a los “cientos” en las próximas semanas.
Sherwin estuvo acompañado por Steven D’Antuono, del FBI, quien durante su intervención resaltó que la agencia “no dejará roca sin voltear” en lo que respecta a buscar y procesar a los responsables de este violento incidente y los llamó a entregarse a las autoridades.
La rueda de prensa se dio a solo horas de que Donald Trump dijera que su discurso del día del ataque al Capitolio había sido “totalmente apropiado”, para luego añadir que no quiere violencia.
Sherwin precisó que unos 70 individuos ya habían sido acusados en cortes y que están explorando una “gama de casos” que va desde robo de correo y posesión de armas hasta agresión a agentes de la policía y robo de información de seguridad nacional.
“Estamos viendo de todo desde violación de la propiedad hasta robo de correo, robo de dispositivos digitales dentro del Capitolio, hasta agresión a oficiales locales, oficiales federales”, explicó Sherwin. “Hasta potencial robo de información de seguridad nacional o de defensa nacional, a homicidio e incluso uso excesivo de fuerza”.
También explicó que muchos de los sujetos fueron acusados inicialmente por delitos menores como ingreso ilegal, con tal de agilizar el proceso de captura, pero que este era “solo el comienzo”.
Se espera que durante la investigación se eleven algunos cargos. Sherwin indicó que algunos de los acusados podrían enfrentar cargos de sedición y conspiración, que conlleva a una condena de hasta 20 años tras las rejas.
De acuerdo a reportes, el número total de detenidos por la toma de la sede del Legislativo ya supera el centenar y Associated Press indicó que la turba insurrecta estuvo conformada abrumadoramente por simpatizantes de mucho tiempo de Trump, incluidos funcionarios del Partido Republicano, donadores políticos, militantes de extrema derecha, supremacistas blancos y creyentes del mito QAnon de que el gobierno es controlado en secreto por una camarilla de caníbales pedófilos adoradores de Satán.
Las imágenes muestran que algunos estaban fuertemente armados y había delincuentes convictos, como un hombre de Florida acusado de intento de homicidio que fue excarcelado en fecha reciente.
The Associated Press revisó contenidos en las redes sociales, registros de electores, archivos judiciales y otros expedientes públicos de más de 120 personas que enfrentan acusaciones penales relacionadas con los disturbios del 6 de enero o que, sin usar mascarilla en medio de la pandemia, fueron después identificados mediante fotos y videos captados durante la refriega.
Las pruebas desmienten las afirmaciones de comentaristas de derecha y de funcionarios republicanos como el representante Matt Gaetz, de que la violencia fue escenificada por rufianes del movimiento Antifa de izquierda y no por simpatizantes del mandatario.
“Si las informaciones son veraces”, Gaetz señaló en el pleno de la Cámara de Representantes horas después de la invasión, “algunas de las personas que irrumpieron hoy indebidamente en el Capitolio no eran partidarios de Trump. Se hicieron pasar como simpatizantes del presidente y de hecho eran miembros del violento grupo terrorista antifa”.
Steven D’Antuono, subdirector a cargo de la oficina de campo del FBI en Washington, dijo a la prensa que los investigadores no vieron “indicio alguno” de activistas del movimiento de izquierda antifa disfrazados como simpatizantes de Trump en la revuelta del miércoles.
“Yellowstone Wolf” se describió a sí mismo como un “elegido” enviado por Qanon, un grupo formado en foros de internet y que ha sido etiquetado por el FBI como potencial amenaza de terrorismo doméstico.
La AP encontró que muchos de los sublevados recurrieron a las redes sociales después de los comicios de noviembre para repetir las aseveraciones falsas de Trump de que la elección fue robada en una gigantesca conjura internacional. Varios amenazaron abiertamente con actos de violencia a los demócratas y republicanos que a su entender no fueran lo suficientemente leales al mandatario.
Durante los disturbios en el Capitolio, algunos transmitieron en vivo y publicaron fotografías de ellos mismos. Posteriormente muchos hicieron alarde de lo que habían hecho.