El intento de robo a la casa de la ex primera dama, Angélica Rivera, evocó los sobornos, desvíos de recursos públicos y la corrupción política que se destapó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El historial de sobornos, desvíos de recursos públicos y corrupción política que salió a la luz pública durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue evocado esta madrugada, cuando un grupo de ladrones intentó extraer joyería de la casa de la ex primera dama, Angélica Rivera.
Así refirieron los periodistas Ana Lilia Pérez y Fabrizio Mejía, durante su participación en la Mesa de Análisis de Aristegui en Vivo.
Mejía recordó la indignación popular que generó el video de Angélica Rivera, en el que reprochó los cuestionamientos públicos sobre el origen de la Casa Blanca, “producto de un soborno del Grupo Higa, al que le habían entregado un contrato para construir el Tren México Querétaro que no se realizó y por el que, en algún momento, debemos indemnizar al gobierno de China”.
“Me parece muy peligroso que pensemos en Peña Nieto bailando, que pensemos en Peña Nieto comprándole rosas a su nueva novia. El tipo fue sobornado, le hizo daño al erario público, remató bienes nacionales, hizo negocios para él y para sus amigos, su exesposa. Es un delincuente Peña Nieto, no un señor que baila en las bodas, no lo banalicemos como personaje. Él tiene que responder por quién financió su campaña, tiene que responder por las casas, por los negocios y por el contubernio que hay en este caso por ejemplo de la Caja Libertad, con Carlos Salinas”.
Para Ana Lilia Pérez, la corrupción gubernamental es un tema que ha ido más allá de inmuebles, pues ha “trastocado, de manera directa o indirecta, el patrimonio nacional”, a través de sobornos, dádivas u obsequios de contratistas para tener beneficios a cambio.
“Son esquemas que deben estar bajo investigación, sobre todo ahora que el gobierno dice que está haciendo una depuración en toda la administración pública. El tema de los contratistas es un gran tema, que debe estar bajo revisión permanente”.
Ante las recientes declaraciones de Javier Duarte y las acusaciones del empresario Hugo Bustamante contra Juan Collado, que ponen en manifiesto presuntas redes de corrupción que conducen a Peña Nieto y Salinas de Gortari, Pérez sostuvo que la Fiscalía General de la República debe hacer un mapeo en el que identifique bienes obtenidos a través de sobornos o que se utilizaban para lavar dinero.
Al final del sexenio de Enrique Peña Nieto se dio un cambio en la mentalidad de los corruptos, afirmó Fabrizio Mejía, “pues ya no era solamente la acumulación de riqueza, sino la abundancia, como escribió Karime Macías, la esposa de Javier Duarte”.
“Esa idea de acumular hasta lo indecible, de las maneras más terribles, siniestras, como darle a los niños agua destilada en lugar de quimioterapia, fue lo que desató el final del régimen priista”.
Para que esto logre avanzar más allá de la anécdota, es fundamental el trabajo del Poder Judicial, afirmó Ana Lilia Pérez, en particular, que no se sigan otorgando amparos “a diestra y siniestra, porque lo que ha ocurrido es que han representado un obstáculo en el avance de las investigaciones”.