El periodista mexicano Manuel Ortiz Escámez narró en Aristegui en Vivo su recorrido por las calles de Líbano, junto con el periodista Témoris Grecko, para documentar de primera mano lo que ocurre en la zona, en la que los bombardeos solo cesaron a partir de la entrada en vigor del alto al fuego pactado entre Israel y Hezbolá, a las 4:00 de la madrugada de este miércoles.
La intención de viajar a Líbano fue la de visibilizar el conflicto, frente al protagonismo de otras informaciones a nivel internacional -como el periodo de transición estadounidense-, y documentar la situación de las personas desplazadas y de los refugiados en la región.
“Lo que hemos vivido en estos últimos días ha sido bastante intenso, por decirlo de alguna manera. Ayer, mientras ocurrían y se hablaba de las negociaciones, Israel intensificó los ataques en todo en todo Líbano, pero particularmente en Beirut, donde se registraron 30 ataques con bombas”, en una ciudad relativamente pequeña.
“En cualquier lado donde te movieras en Beirut ayer se escuchaban las detonaciones”, dijo. Sin embargo, pese al acuerdo de alto al fuego, la agencia nacional libanesa anunció este miércoles que soldados del Ejército israelí dispararon contra dos periodistas del lado libanés.
El periodista mexicano apuntó su cámara en el barrio de Shatila, donde en 1982 la Falange Libanesa, de origen cristiano, masacró a refugiados palestinos que se encontraban en el lugar, así como en el barrio de Sabra. Una matanza que, recuerda Ortiz, contó con el apoyo del Estado israelí.
“Estaba ahí justamente dialogando con estas personas, la mayoría refugiados, y en ese momento detonaciones por todas partes, el piso se cimbra estés donde estés. Nos han tocado aquí muchas explosiones, pero nada como el día de ayer, que de plano por donde te movías había estos ataques”, dijo.
“Y es que estaba próximo el cese al fuego. Parecía como que Israel quería destruir todo lo que fuera posible, causar el mayor daño posible antes del cese al fuego. Durante toda la noche hubo ataques. También aquí las 24 horas se escucha un dron que regularmente no se alcanza a ver. Ayer lo vi por primera vez, tiene una forma de avión, no como los drones que nos imaginamos con cuatro hélices”, contó, y que el martes volaba “muy bajito”. También sobrevolaban Beirut jets de guerra.
“Así es que lo que se vivió ayer durante todo el día y en la noche fue bastante fuerte. Este cese al fuego entró en vigor a las 4:00 de la mañana. Miles de personas desplazadas comenzaron a trasladarse hacia el sur, donde todavía, tanto las autoridades libanesas como las autoridades israelíes, han señalado que no es una zona segura”, mencionó.
“Miles de personas se están trasladando, las calles están repletas. Por un lado se ha festejado todo el día de hoy este cese al fuego, que es un respiro, pero por otro lado la gente está desesperada, también intentando volver a sus hogares”, señaló el periodista.
“Es una destrucción brutal”, describió Ortiz, y agregó que incluso los periodistas tuvieron que resguardarse ante la intensificación de los bombardeos en las horas previas al cese al fuego.
La mañana de este miércoles, el periodista mexicano acudió con un grupo de reporteros al sur de Beirut, donde pudo constatar la devastación y los sentimientos encontrados entre los libaneses, que oscilan entre la alegría del cese al fuego, que se siente como un respiro, y el impacto de ver sus hogares completamente destrozados, en un contexto de albergues y hospitales saturados.
“Fui hoy al Hospital General, también ayer. Hablé con médicos y me dijeron que en los hospitales ya no caben más personas”, señaló. La mayoría de quienes acuden a los hospitales presentan quemaduras, aunque también ha podido ver a personas mutiladas.
Ortiz mencionó que aún no se sabe cuántas personas fallecieron durante las últimas horas en los bombardeos, pues muchos edificios quedaron destruidos como si hubiera ocurrido un sismo.
“El panorama es como si fuera un terremoto […] los edificios aplastados completamente, los escombros, las máquinas tratando de remover escombros. Con el paso del tiempo, me dicen, se sabrá exactamente con más o menos exactitud cuántas personas fallecieron en los barrios en donde los cuerpos siguen sepultados”.
El periodista recordó que solo se trata de una tregua de 60 días y que, pese a que la sociedad libanesa ha estado dividida en grupos religiosos como los chiitas, los sunitas y los cristianos, hay un sentimiento común de impotencia y enojo por las acciones de Israel, tanto en Líbano como en Gaza.
En ese sentido, consideró que la intensificación de los ataques de Israel a Líbano, en su conflicto con Hezbolá, apuntaba a generar un enfrentamiento civil entre los grupos religiosos existentes, lo que no se ha materializado.
En Beirut también se habla de lo que sucede en la Franja de Gaza. “Es otro de los temas por los cuales Hezbolá entró en este conflicto, porque ha habido varios con Israel. Gaza es un tema del que se habla mucho, se habla en los bares, en los restaurantes, en todos lados se habla del genocidio que está ocurriendo en Gaza y es parte de la molestia que también comparten personas identificadas como cristianos, que están también muy enojados con con Israel”.
Y si pretendía el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu generar un conflicto interno en Líbano, “no le ha funcionado”.
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