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¿Es una fruta o o una verdura?

Este sin duda podría decirse que es el alimento de la discordia: al parecer lo consideramos una verdura u hortaliza (por que solemos cultivarlo en los huertos) y es que lo incluimos en ensaladas y como acompañamiento para diversos platos, nunca lo usamos para el postre y sin duda no lo comemos a bocados como sí hacemos con otras frutas. Así el tomate, ¿es una fruta o una verdura?

Efectivamente es una fruta, desde el punto de vista botánico porque hay quien lo considera también una verdura.

En el artículo de hoy te contamos no solo los motivos, sino también todos los beneficios nutricionales que este puede aportarle a tu cuerpo si lo incluyes más a menudo en tus menús.

La curiosa historia de su verdadera naturaleza

Si ha sido considerado una fruta, no es por azar, sino que es porque guarda más similitudes con la descripción que hacemos sobre las frutas que con los atributos que consideramos que definen a las verduras; pues mientras estas últimas son consideradas plantas comestibles cultivadas en las huertas generalmente de hoja verde (cuya totalidad suele ser comestible), las frutas por otro lado son las semillas o partes carnosas de órganos florales que han alcanzado el grado de madurez adecuado  para el consumo humano.

Estas últimas comparten diversas características y es que todas suelen contener una alta cantidad de hidratos de carbono, poseen antioxidantes como el selenio, y aportan vitaminas, fibra y tienen un alto contenido de agua que oscila entre el 80 y 95 por ciento.

Es por ello, que al ser el tomate el producto del ovario de una flor, se considera fruta, pero esta calificación, no se obtuvo a la primera ¡y es que hay una curiosa historia detrás!

Al parecer en 1887, Estados Unidos aprobó una ley que suponía aumentar los impuestos a las hortalizas que se importaban, pero no a las frutas y esta medida hizo que las empresas de tomates empezaran a pensar cómo demostrar que su género se incluía en la categoría de las frutas para no tener que pagar el impuesto que se le iba a aplicar a las hortalizas.

Las compañías de tomates empezaron a informase en diccionarios o testimonios de biólogos para conseguir defender esta idea con argumentos pero el que hemos mencionado acerca de ser el ovario de la flor, pareció ser insuficiente en aquel momento y los productores tuvieron que pagar el impuesto.

Aun así, este debate no se terminó entonces y en el futuro ¡finalmente se consiguió que la Unión Europea reconociera el tomate era una fruta! ¿No te parece curioso?

Tipos de tomate

Según su forma, tal como narra la Federación Española de Nutrición, llos tomates se clasifican en: carnoso, redondeado o semiesférico y con estrías; cereza o cherry, de pequeño tamaño, rojo y redondo; el de pera, alargado, con mucha proporción de carne, muy sabrosos, aromáticos y muy aptos para elaborar conservas, salsas y purés y el redondo, que por lo general son frutos de color rojo —aunque también los hay amarillos—, redondos, de superficie lisa y gruesa, y sabor dulce.

Una fruta con múltiples beneficios y propiedades para nuestra salud

Lo que mucha gente no conoce pero, son todas las cualidades y beneficios que este alimento nos puede aportar, pero a continuación te citamos algunas para que a partir de ahora empieces a introducir este alimento en tus platos ¡sabiendo lo beneficioso que puede ser para nosotros!

El tomate está compuesto principalmente por agua y su macronutriente mayoritario son los hidratos de carbono.

Entre otras cosas, y además de ser un ingrediente de lo más versátil, el tomate, que es diurético y antioxidante (pues es rico en licopeno y en otros carotenos) puede ayudarnos tanto a mejorar nuestra circulación sanguínea (ya que contiene hierro y vitamina K), como a prevenir enfermedades cardiovasculares e incluso nos puede ayudar a cuidar nuestra piel y a evitar el estreñimiento, pues su contenido en fibra que cuida del tránsito intestinal y evita la aparición de enfermedades relacionadas con los órganos gastrointestinales.

Además, por su atractiva composición nutricional, parece ser que una ración de tomate al día podría cubrir el 61% de la ingesta recomendada de vitamina C, y además de presentar fitosteroles (a los cuales se les ha atribuido la capacidad de reducir los niveles de colesterol en sangre), puede ser un elemento clave en la producción de vitamina A por parte del intestino delgado y el hígado.

El tomate posee cantidad de vitaminas y minerales, tales como el potasio. Un motivo más para evitar la retención de líquidos y la eliminación de toxinas.

Por todo ello, no desaproveches la oportunidad de complementar a diario tus platos con una pequeña ración de este interesante alimento tan sabroso, que además aporta una notable cantidad de agua que será de lo más saludable para tu organismo.


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