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España comienza a recibir a afganos solicitantes de asilo antes de enviarlos a otros países de la Unión Europea

La caída de Kabul tras la ofensiva relámpago talibán con la que los extremistas islámicos han recuperado el poder en Afganistán 20 años después de su expulsión tras el 11-S ha provocado un enorme desafío logístico. Mientras la situación en el aeropuerto de Kabul se deteriora conforme avanzan las horas, con milicias talibanes impidiendo el acceso, 89 personas, incluidos cinco españoles, aterrizaron la madrugada del jueves en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un A400 de las Fuerzas Armadas (53) y en otro italiano (36). La aeronave italiana forma parte del Servicio Exterior de la UE, con el que España colabora como puerta de entrada para distribuir a los colaboradores afganos en distintos países comunitarios.

Pasadas las nueve de la noche ninguno de los dos aviones militares españoles estacionados en Dubái había podido despegar hacia la capital afgana, aunque a primera hora de la noche de este jueves Defensa y Asuntos Exteriores ha anunciado el despegue para las tres de la madrugada del viernes, hora peninsular española.

En su caso, las cinco familias repatriadas serán acogidas en Dinamarca, Alemania, Polonia y Letonia. Una docena de los evacuados por España solicitó la protección internacional para quedarse en el país, según fuentes gubernamentales. La Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior tramitará las solicitudes.

El Gobierno organizó a toda prisa el aeródromo como centro de operaciones para alojar a los afganos que colaboraban con el país y las instituciones de la UE y sus familias. El Ejército del Aire y la Unidad Militar de Emergencias levantó en un día el campamento, con capacidad para 800 personas. El tiempo de estancia máximo previsto en Torrejón será de 72 horas antes de que los solicitantes de asilo entren en el sistema de acogida de España y de otros países de la UE, según fuentes del Ejecutivo. Las instalaciones, levantadas a pie de pista y que incluyen un comedor para 200 personas, aseos y duchas, cuentan con espacios diferenciados para hombres, por un lado, y mujeres y niños. Les atienden profesionales de la Secretaría de Estado de Migraciones y ONG. Los menores disponen de una zona de juegos, otra de lactancia y alimentación de bebés, y un punto de atención sanitaria y psicológica. Además de alimentos y bebidas, también se les suministrarán mascarillas y utensilios de higiene. Uno de los 32 menores llegados ha sido ingresado en el hospital madrileño Gregorio Marañón por un cuadro de diarrea. Todas las personas evacuadas a Torrejón han dado negativo en los test de antígenos que les han realizado trabajadores de Sanidad Exterior.

El tiempo de estancia máximo previsto en Torrejón será de 72 horas antes de que los solicitantes de asilo entren en el sistema de acogida de España y de otros países de la UE, según fuentes del Ejecutivo. Los españoles no están sometidos a este protocolo, pero las fuentes consultadas no aclaran si continúan en Torrejón. Lo primero que hacen los recién llegados a la base es someterse a un test de detección del coronavirus a cargo de personal del Ministerio de Sanidad. El siguiente paso es ser identificados por la policía, ante la que tienen que manifestar su interés en pedir protección internacional. Una unidad de la Unidad Central de Fronteras de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras se encarga de verificar la identidad de los recién llegados y les expide una autorización excepcional de entrada en el país. José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que les ha recibido junto al responsable de Exteriores, José Manuel Albares, ha explicado que se les informará sobre los procedimientos de protección internacional antes de su reparto por los diferentes países de la UE. Extremadura, Murcia, Cataluña, País Vasco y Barcelona han mostrado su disponibilidad para albergarlos, pero Escrivá ha asegurado que en principio la red estatal tiene los “recursos suficientes”, aunque no ha descartado recurrir a las comunidades autónomas y ciudades que se han ofrecido para facilitar la labor logística. El sistema dispone actualmente de unas 3.000 plazas libres repartidas por toda España.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, responde a los medios en el dispositivo puesto en marcha para recibir a los pasajeros del avión A400M tras su evacuación de Kabul. En vídeo, las declaraciones de Albares.ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ | VÍDEO: EUROPA PRESS

En el vuelo italiano, que aterrizó en Madrid a medianoche tras hacer escala en Roma, han llegado 36 ciudadanos afganos colaboradores de las instituciones de Bruselas. El Gobierno ha informado de que se trata de cinco familias repatriadas que serán acogidas en Dinamarca, Alemania, Polonia y Letonia. Sánchez se ha ofrecido al alto representante de la UE, Josep Borrell, para acoger “temporalmente” a los afganos que han trabajado para la Unión, antes de su reparto entre los Estados miembros.

España se ofreció en la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores de la UE que se celebró el martes a recibir a alrededor de 400 afganos que han trabajado para Bruselas durante los últimos años, antes de que sean reasentados en los países de asilo. El número del que se habla ahora es de unos 500, según fuentes del Gobierno, que explican que se trabaja con un listado que varía y crece conforme surgen algunas solicitudes de última hora de otros países europeos. Las previsiones iniciales de La Moncloa pasaban por acoger a entre 40 y 60 individuos: el cupo está por definir, a la espera de que lo negocien los socios comunitarios. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha agradecido en Twitter el esfuerzo de “todos los países europeos que están ayudando” en el proceso. Las fuentes gubernamentales consultadas se muestran muy prudentes y no concretan los detalles de los próximos vuelos cuya llegada se prevé a Torrejón. “La situación es muy complicada y por ejemplo las previsiones de varios socios europeos no se han cumplido”, afirma una voz autorizada.

El Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos ya ha dado por finalizada la primera fase del operativo desplegado para sacar de Afganistán a todos los españoles que no son imprescindibles en las labores de evacuación del aeropuerto de Kabul, cuyo perímetro protege el Ejército de EE UU y al que los talibanes tratan de impedir el acceso. Sánchez ha presidido por videoconferencia la reunión de algo más de una hora que ha mantenido con los ministros de Exteriores, Defensa, Interior y Migraciones, coordinados por el ministro de Presidencia, involucrados en la repatriación. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuya presencia no estaba prevista en un primer momento, también ha participado representando a Unidas Podemos, el socio minoritario del Gobierno de coalición. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha remarcado en el encuentro que el dispositivo está “plenamente operativo”. Albares ha subrayado que la prioridad el tiempo que dure la operación de rescate será preservar la seguridad del grupo que queda por trasladar a España. La titular de Defensa, Margarita Robles, ha incidido en el compromiso del Gobierno para “traer con garantías” a todo el contingente español. Díaz ha apelado a la “responsabilidad” de Bruselas y España “en la acogida solidaria” de la ciudadanía afgana. En este sentido ha propuesto agilizar y facilitar la entrada en nuestro país de mujeres y menores al ser la población más vulnerable, sin olvidar a activistas y representantes sindicales, “también en una especial situación de riesgo”. La dirigente de Unidas Podemos ha insistido en que la operación se realice “con la total implicación” de la UE propiciando el establecimiento de corredores seguros y sin trabas burocráticas para quienes se ven forzados a huir de Afganistán.

La previsión este jueves por la mañana era que al menos uno de los dos aviones militares españoles que permanecen en Dubái (Emiratos Árabes), a 1.700 kilómetros de Kabul, se desplazase al país centroasiático. El objetivo es que los evacuados superen los 53 del vuelo que aterrizó pasadas las 4.30 en Madrid. En el mejor escenario los dos aviones operativos en este momento en Dubái, uno de ellos medicalizado, aterrizarían a lo largo de la jornada en Kabul. Pero la situación en el aeropuerto es tan complicada se quedaron en tierra. El Gobierno confiaba que en las próximas horal menos uno pudiera partir a Afganistán. Prueba de los imprevistos y constantes planes modificados es que un avión europeo que tenía previsto transportar refugiados a Torrejón ha cambiado su destino cuando las autoridades españolas ya contaban con su llegada. Entretanto, por la tarde ha despegado desde Zaragoza rumbo a Emiratos otro avión de transporte, para cumplir con el objetivo de que haya tres disponibles en la zona. Los diez agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y siete de la Unidad de Intervención Policial (UIP), el embajador Gabriel Ferrán y otros componentes de la misión diplomática permanecerán en el aeropuerto de la capital afgana hasta el final de la operación.

En La Moncloa son extremadamente prudentes y las fuentes gubernamentales consultadas advierten de que ningún avión tomará rumbo a Afganistán hasta que el mayor número de personas prioritarias esté seguro dentro del aeropuerto de Kabul. “Los aviones solo pueden estar lo imprescindible para regresar de inmediato a Dubái”, explican en el Ejecutivo. El objetivo actual es la evacuación de colaboradores y familiares de afganos que hayan trabajado con España, además de activistas de derechos humanos, una labor que puede durar días. El Gobierno contempla que la aerolínea Air Europa opere desde Dubái en el supuesto de que se pudiese asegurar la salida de un importante número de personas de la ratonera en que los talibanes han convertido Afganistán.




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