España enviará cuatro lanzaderas de misiles Hawk a Ucrania, para reforzar su defensa antiaérea frente a la agresión de Rusia. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dado la “bienvenida” este jueves al anuncio efectuado durante la reunión de ministros de Defensa aliados, en la que ha participado la ministra Margarita Robles. El envío de las lanzaderas Hawk se sumará a la entrega por parte española a Kiev de una batería de misiles antiaéreos Aspide, en cuyo manejo se instruyen desde hace dos semanas en la base aérea de Zaragoza una veintena de militares ucranios.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov, ha agradecido a España y a su homóloga Robles la iniciativa. “Hoy, la defensa aérea es una prioridad no solo de Ucrania, sino de toda Europa”, ha dicho en las redes sociales Reznikov, que también ha participado en varias reuniones en la sede de la OTAN (en la que aspira a entrar desde hace años) en Bruselas.
Los Hawk, fabricados por la firma estadounidense Raytheon, son misiles antiaéreos de medio alcance (hasta 40 kilómetros, con un techo de 18). El Regimiento de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra tiene dos grupos de estos misiles, en las bases de El Copero (Sevilla) y San Roque (Cádiz). Aunque este modelo supera el medio siglo de antigüedad, estaba en marcha un programa para prolongar su vida operativa más allá de 2030. Por su parte, los Aspide, de la compañía europea MBDA, también son misiles de media cota. El Ejército de Tierra ya los había dado de baja, pero la Fuerza Aérea conservaba una batería que se entregará a Ucrania en los próximos días.
Según el Ministerio de Defensa español, la presencia en Bruselas del ministro de Defensa de Kiev ha permitido debatir directamente la oferta para ampliar la instrucción de militares ucranios en España, que se quiere extender a partir de noviembre a otras especialidades ―como la desactivación de minas o la paramedicina― e integrar en la nueva misión de adiestramiento del Ejército ucranio que prepara la Unión Europea (EUMAM). Robles tiene previsto visitar el lunes la base polaca de Rzeszsow, a 100 kilómetros de la frontera ucrania, que sirve de nudo logístico para la recepción de la ayuda militar de los países occidentales al Gobierno de Volodímir Zelenski.
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España tenía intención también de proporcionar a Kiev unos carros de combate Leopard de segunda mano, que están almacenados en Zaragoza desde hace una década, pero Alemania bloqueó el envío de los blindados, de fabricación germana. Con el anuncio de los Hawk, hecho por el secretario general de la OTAN, España se suma a otros países de la Alianza Atlántica que han anunciado en los últimos días nuevos envíos de material de defensa antiaérea, tras los ataques de las fuerzas del Kremlin contra infraestructuras civiles y energéticas ucranias.
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La OTAN ha instado a sus miembros de nuevo este jueves a apoyar con material militar a Ucrania. Mientras, Rusia ha continuado con sus ataques indiscriminados y ha lanzado nuevos bombardeos sobre 40 ciudades y pueblos en las últimas 24 horas. Un buen número de países miembros de la Alianza Atlántica han acordado estos días proporcionar a Kiev sistemas de defensa antiaérea y han mantenido que proporcionarán apoyo a Ucrania “tanto tiempo como sea necesario”. La unidad de todos los miembros en su sostén a Ucrania, ha dicho la ministra española, no tiene “fisuras”. “Las amenazas de Putin no las podemos tolerar, se va a encontrar con una OTAN unida”, ha recalcado Robles.
La Alianza Atlántica como organización no envía armas a Ucrania (eso lo hacen directamente muchos de sus 30 países miembros), pero sí otro material de apoyo, como combustible, ropa de invierno y suministros médicos. En breve entregará, además, equipos contra drones, que pueden ayudar a que los aparatos no tripulados de fabricación rusa e iraní sean ineficaces.
Ante la escalada de la amenaza nuclear rusa contra Occidente, la OTAN no se achantará e intensificará su apoyo a Ucrania, ha dicho Stoltenberg. La Alianza Atlántica ha advertido de que cualquier uso de armas nucleares cambiaría fundamentalmente la naturaleza del conflicto y tendría “graves consecuencias”. “Rusia sabe que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar”, ha repetido Stoltenberg. Pese a las amenazas, la alianza militar, que ha mantenido una reunión de su grupo de planificación nuclear, no ha detectado cambios en el nivel de preparación ruso para un posible ataque nuclear.
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