Son varias las localidades españolas que, por las curiosidades de la geografía nacional, se encuentran ubicadas sobre un precipicio. Sin embargo, entre todas ellas los internautas han destacado a un pueblo situado sobre un acantilado como el más vistoso de todo el país. Estamos hablando del que está en la provincia de Burgos, y presenta apenas 300 habitantes. Una joya secreta.
Dichas formaciones, que consisten en pendientes abruptas y verticales, solían emplearse en la antigüedad para una mejor defensa. Instalando sobre ellas los centros urbanos, las civilizaciones se aseguraban de que uno de sus flancos estuviera siempre cubierto. Con el paso del tiempo, eso dio lugar a pequeñas poblaciones que disfrutan del encanto de estos paisajes únicos… y peligrosos.
El pueblo situado sobre un acantilado
Son muchos los aspectos que hacen de esta localidad, Frías, perteneciente a la comarca de Las Merindades que sea diferente a las demás. Primero se distingue por estar emplazada en este sitio estratégico para cruzar el río Ebro, activo desde la época romana.
Segundo, las referencias históricas iniciales hablan de la presencia de moradores en la zona ya en el año 867. Anteriormente, esta zona había sido ocupada por los musulmanes, que poco a poco se fueron retirando hasta que los reyes españoles lo recuperaron.
A pesar de que durante los siglos fue pasada en manos de un noble a otro, los vecinos de Frías lucharon por su independencia y lograron algo que hubiera resultado impensable. Protegieron sus edificaciones a tal punto que el casco fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Hoy, la mejor forma de honrar lo conseguido por aquellos valerosos ciudadanos es recorrer y conocer sus paseos y monumentos.
Castillo de los Duques de Frías
Situado en lo alto del cerro de la Muela, el principal atractivo local es el Castillo de los Duques de Frías o Castillo de los Velasco. Puede verse desde cualquier punto de la ciudad, y su estado actual es el de las obras realizadas durante los siglos XII y XIII. Fácilmente se puede acceder al interior cruzando un puente levadizo sobre un foso, lo que es un viaje increíble al pasado.
Por otro lado, vale la pena observar con detenimiento las famosas casas colgadas. Son el símbolo citadino más popular de Frías. Todas o casi todas poseen tres pisos de altura, y varias de ellas disponen de una bodega propia, como la costumbre de hace un siglo. Recomendamos pararse a analizarlas en las calles Antonio Carpintero y San Mayor de San Vítores, desde donde mejor se aprecian.
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