Postergado por su vieja impronta amateur, el campeonato olímpico de fútbol ganaba impulso con cada nueva edición cuando se declaró la pandemia y la celebración de los Juegos se retrasó un año. La decisión de la FIFA de mantener excepcionalmente el límite general del reclutamiento de los jugadores a los nacidos a partir de enero de 1997, amplió el abanico de posibilidades. Ninguna de las grandes selecciones lo aprovechó mejor que España, que este jueves (La 1, 9.30 horas) debutará ante Egipto con la plantilla más potente del cuadro. Hasta diez internacionales absolutos figuran en la excursión de Luis de la Fuente. Se trata de una jerarquía que ni de lejos igualan Alemania, Francia, Argentina, o Brasil que se presenta en Japón para defender el título que conquistó en Maracaná de la mano de Neymar.
El formato. El formato evoca los Mundiales de la posguerra. Solo 16 selecciones distribuidas en grupos de cuatro, se disputarán las dos primeras plazas de cada grupo para pasar directamente a cuartos. Tokio, Yokohama, Sapporo, Saitama, Kashima y Miyagi se repartirán las sedes. Encuadrada en el Grupo C, España se medirá a Egipto, Argentina y Australia entre Sapporo y Saitama.
El plan. Siguiendo el plan trazado hace un año, De la Fuente ha llamado a varios internacionales que vienen de competir por la Eurocopa, todos nacidos después de enero de 1997: Unai Simón, Eric García, Pau Torres, Pedri, Olmo y Oyarzabal. A ellos se les ha sumado a Bryan Gil, a quien ya convocó Luis Enrique. Para cubrir la cuota de tres mayores de 24 que permite la FIFA el seleccionador ha llamado a Ceballos, Merino y Asensio. Se trata de sus tres hombres de confianza.
Asensio y Merino. Tanta fe les tiene De la Fuente a Asensio y a Merino, que les convoca contra los precedentes. Asensio se negó a participar en el Europeo de 2019, el torneo clasificatorio, y Merino lo empezó jugando tan mal que acabó perdiendo la titularidad en la fase de grupos. Los dos son casos parecidos. Nacidos en 1996, entraron al profesionalismo por la puerta grande. Promocionados con fervor, presentan, además, la gama de cualidades que cabe suponer en los mejores especialistas. Asensio, el extremo, tiene muelles en los tobillos, es hábil y posee un cañón en la zurda. Merino, el interior, acredita despliegue, porte atlético, manejo de balón y llegada a gol. Pero en sus trayectorias alternan tantos fogonazos como lagunas. De la Fuente, eso sí, se mantiene firme. El míster cree tanto en Merino que hasta proyecta darle la misma relevancia que al barcelonista Pedri. Y no por falta de buenos volantes.
Pedri. Zubimendi se ha revelado como un mediocentro riguroso y ordenado, Carlos Soler es una figura de la Liga por derecho propio, y Ceballos fue el ocho que articuló las mejores actuaciones de la Sub-21 camino del título del Europeo de 2019. Bajo la dirección de Pedri, un centrocampista de una generosidad y una lucidez única en todo el campeonato, España presenta todas las piezas para armar un equipazo. De momento, está en el proceso de ensamblarlas. El amistoso ante Japón del sábado pasado (1-1) no despejó las incógnitas pero reforzó una certeza. Si la selección pretende alcanzar el oro, con Pedri tendrá muchas más garantías que sin él.
Japón. En descargo del 1-1 ante Japón, De la Fuente podrá argumentar que su rival lleva años preparándose para la cita. Solo la selección anfitriona exhibe mayor carga de internacionales absolutos en su nómina: 15 de 22. Es el resultado de un proyecto que la federación local inició en el Mundial de 2018 pensando en dejar su sello en los Juegos que organiza.
Alemania. Los grandes aspirantes no han empleado tantos recursos como España en perseguir el oro de Tokio. Alemania enroló a siete de los componentes del equipo que conquistó la Eurocopa sub-21 el pasado junio en Eslovenia. Ninguno es una fulgura reconocida en la Bundesliga. Para cubrir el cupo de mayores de 24 años el seleccionador, Stefan Kuntz, llevó al altivo Amiri (Leverkusen), al laborioso Maximilian Arnold (Wolfsburgo) y al esforzado Kruse (Unión Berlín).
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Francia. Francia ha convocado a un equipo de jóvenes de su cantera inagotable. Para que se fogueen. Los ha escoltado con André-Pierre Gignac, el mejor nueve y medio francés después de Benzema y Florien Thauvin, dos veteranos del Olympique de Marsella exiliados en el Tigres de Nuevo León.
Argentina. Los campeones olímpicos de 2004 y 2008 únicamente llaman a un futbolista mayor de 23 años: el portero del Cádiz Jeremías Ledesma. Los jugadores más célebres de la concentración del principal adversario de España en la fase de grupos son los delanteros Mac Allister, del Brighton, y Gaich, del CSKA.
Brasil. Brasil defiende el título armado de un prócer. A sus 38 años, Dani Alves funciona como el líder carismático del equipo. Su amor por el fútbol, su conocimiento del juego y de la vida, le convierte en el patriarca de la expedición. Le acompañan dos contramaestres mayores de 23 años, Diego Carlos, el central del Sevilla, y Santos, el portero de Athletico Paranaense. Él mascarón de proa es Richarlison, el atacante del Everton.
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