En EU, “estas prisiones privadas aislan a las personas, las someten y las dejan sin hacer actividad alguna”, dijo Elena Azaola.
La doctora Elena Azaola y el académico y consultor en sistemas de seguridad pública Juan Alfredo Ornelas, llamaron a revisar el sistema carcelario en el país y coincidieron en que a Joaquín Guzmán Loera le tocó una cárcel terrorífica, donde pasará el resto de sus días pues fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión.
En entrevista para Aristegui En Vivo, la doctora dijo que en nuestro país se ha imitado el modelo norteamericano de cárceles y es algo que conviene revisar.
Desde luego que en este caso el Chapo merece las penas máximas pero es el trato que reciben estas y otras personas lo que mueve a la reflexión de qué esperamos obtener de un sistema de justicia que trata de esta manera a las personas.
“No se ha hecho un análisis a fondo de qué queremos cuando estamos dictando una sentencia de esa naturaleza”, refirió.
Y es que “hay personas que han cometido crímenes terribles pero eso no quiere decir que nuestro sistema busque destruir a las personas“.
“¿Qué ganamos?, ¿eso terminó con el tráfico de drogas, con los daños que se producen? la verdad es que no”, dijo y llamó a revisar las políticas en relación con las drogas.
“Yo considero que debe revisarse la política de seguridad en el país, la política en contra de las drogas, apostar mucho más por las políticas de prevención y reincorporación, cuáles son esas condiciones que permiten que se reincorporen”, abundó.
Consideró que el Estado no puede buscar tanto o más cruel que estos criminales y tiene que mandar el mensaje de que le importa reincorporar a las personas a la sociedad.
En EU, “estas prisiones privadas aislan a las personas, las someten y las dejan sin hacer actividad alguna“, lo que calificó como “un sistema que daña y destruye a la persona humana“.
La prisión a la que fue trasladado El Chapo es la llamada ADX “Supermax” de Florence, Colorado, donde muchos presos permanecen aislados 23 horas al día y con el mínimo contacto humano, lo que ha sido calificado como la muerte en vida.
“Afortunadamente no todas las prisiones en México tienen un régimen inhumano como este, allá es todavía más técnicamente controlado, más cruel, porque no tienen derecho a visitas, es lo que encuentro más positivo en nuestro sistema”, comparó.
Por su parte, Juan Alfredo Ornelas, académico y consultor en sistemas de seguridad pública, señaló que las cárceles terroríficas en EU así están diseñadas.
“Allá no existe la rehabilitación ni la reinserción social; allá quien comete un delito lo debe de pagar, los presos deben de cumplir con una penitencia”, expuso.