En un nuevo informe, el organismo destaca las violaciones continuas e históricas a los derechos humanos en este centro penitenciario, donde se encuentran aún 40 reclusos.
Para Amnistía Internacional, llegó la hora de decidir sobre el centro de detención en la Bahía de Guantánamo, en el enclave de Estados Unidos en Cuba, y enmendar el mal causado a lo largo de 19 años de operaciones.
El organismo publicó un nuevo informe en el que destaca las violaciones continuas e históricas a los derechos humanos en esta prisión.
En 2009, el entonces vicepresidente y ahora presidente electo, Joe Biden, prometió que defendería los derechos de aquellos llevados ante la justicia y que cerrarían el centro de detención de Guantánamo, lo que no sucedió.
Esta cárcel extrajudicial fue creada en 2002 tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, y en ella quedan todavía 40 hombres de entre 38 y 73 años de edad, en espera de que se resuelva su situación legal.
“Se trata de algo más que de las 40 personas que siguen detenidas en Guantánamo, se trata también de los crímenes de derecho internacional cometidos en los últimos 19 años y de la continua falta de rendición de cuentas por ellos. Se trata también del futuro, a medida que nos acercamos al vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre y nos esforzamos por conseguir una justicia duradera”, declaró Daphne Eviatar, directora del Programa de Seguridad con los Derechos Humanos de Amnistía Internacional en Estados Unidos.
Según el documento, se trata de detenciones ineludiblemente ligadas a múltiples capas de conducta ilegal del gobierno: traslados secretos, interrogatorios en régimen de incomunicación, alimentación forzada de personas en huelga de hambre, tortura, desaparición forzada y una completa falta de garantías procesales.
Los detenidos llevan entre 13 y 19 años esperando detrás de las rejas. Incluso, siete de ellos fueron formalmente acusados por una comisión militar, pero aún no han sido presentados ante un juez.
Además, Amnistía asegura que si las principales pruebas que posee el gobierno estadounidense fueron obtenidas bajo tortura, nunca podrán ser utilizadas.
El informe documenta una serie de abusos perpetrados contra los detenidos en el campamento, donde las víctimas de la tortura son retenidas con una atención médica inadecuada, por tiempo indefinido y en ausencia de juicios justos. Los traslados se han estancado, e incluso los que han sido autorizados para su liberación han permanecido encarcelados durante años.
Las detenciones en Guantánamo comenzaron a partir de la decisión de enmarcar la respuesta de Estados Unidos a los ataques del 9/11 como una “guerra mundial contra el terrorismo”, pasando por alto la protección de los derechos humanos en la búsqueda de información de inteligencia.
Desde la creación del centro, Guantánamo ha albergado a 780 personas, más de 500 liberadas por George W. Bush.
En el informe difundido este miércoles, Amnistía exige un compromiso genuino con la verdad, la rendición de cuentas y los recursos, así como el reconocimiento de que no debe permitirse que persista la detención indefinida en este centro.
Doce años después de su promesa de cerrar Guantánamo, señalan, Biden tiene la oportunidad de cumplir su palabra. Y debería aprovecharla, dicen.
Con información de RFI