Uno de los grandes inventos de la historia de la humanidad parece tener los días contados en la forma en la que lo hemos conocido siempre. Ante el auge y el dominio de la telefonía móvil, ¿está el teléfono fijo destinado a desaparecer? parece que así es si tenemos en cuenta que en algunos países los contratos de internet ya ni se vinculan a números fijos y además, se ha elaborado un reciente estudio en el que se analiza precisamente los «días de vida» que podrían quedarle a los teléfonos fijos.
¿Está el teléfono fijo destinado a desaparecer?
Hay preguntas que dejan dudas y otras que tienen una respuesta obvia, como esta que nos estamos planteando en torno a la «vida» que le queda al teléfono fijo. Según recientes investigaciones británicas, pero también según los datos aportados por los distintos informes de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en España) a lo largo de los años: el teléfono fijo está destinado a desaparecer.
Parece que estamos ante las puertas del fin de una era o tal vez de hecho, se acabó hace algún tiempo. En España parece que nos «resistimos» pero por un solo motivo: los contratos de telefonía si bien muchos de ellos (por no decir que casi todos) van vinculados todavía a un número fijo. Por otro lado, las personas ancianas también siguen apostando por el teléfono fijo, ante la imposibilidad de comprender la gran mayoría de funciones que tienen los smartphones de hoy en día.
Sin embargo las cifras no mienten y solo en nuestro país se dan de baja una media de 300 líneas fijas al día actualmente. Algo que también ocurre en el resto de países.
¿Por qué nos quedamos sin teléfono fijo?
El problema del teléfono fijo, que hasta 2010-2012 estaba presente en el 70% de las familias, ha sido, desde el nacimiento del smartphone, el coste. Las ofertas y planes de costo fijo no han podido superar a las ofertas que tienen los móviles y con el avance de Internet en la vida cotidiana, el teléfono fijo ya no tiene muchas razones para existir.
El fin anunciado del teléfono fijo
La tecnología del teléfono fijo no ha sido muy larga, de hecho su vida ronda los 145 años, que comparada con otras tecnologías analógicas, como los libros (455 años), es mucho más corta. Sin embargo, sí que deja herencia ya que sin los teléfonos fijos no habrían nacido los teléfonos móviles y mucho menos, los actuales smartphones.
A principios de la década de 2000, era inimaginable pensar en la casa de uno sin un teléfono fijo, quizás incluso a la moda y dispuesto en un lugar específico. El teléfono habitaba la casa, ambientando incluso el espacio a utilizar, como un sillón o una mesa de café. Cuando nos despidamos por completo del fijo, también será el turno de las guías telefónicas, ahora casi completamente inútiles.
Según el mencionado estudio británico, solo en Reino Unido, hasta 2011, el porcentaje de hogares que poseían un teléfono fijo era de alrededor del 70% , diez años después el número ha disminuido aún más y solo el 59% todavía tiene uno en casa. Dentro de otra década, el número será menor del 50%.
La conexión a internet lo único que «salva» al teléfono fijo
Como ya hemos mencionado, en la actualidad muchos de los teléfonos fijos que siguen en activo o que incluso se dan de alta, lo hacen porque están vinculados a un contrato de internet, sin embargo, esto no será una «salvación» válida por mucho tiempo, dado que muchas de las compañías telefónicas, sino todas, ofrecen paquetes con solo Internet para el hogar.
Es precisamente en el avance del uso de internet, que durante esta pandemia ha crecido en todos los grupos de edad y en la duración del uso, la explicación del no demasiado lento declive de los fijos. Cuanto más forme Internet parte de nuestras vidas, más inteligentes serán los servicios en los smartphones y más capaces de simplificar nuestras vidas, y más evidente será la brecha en el uso de teléfonos fijos y móviles.
En algunos países europeos, como Francia, hace tiempo que no existe la posibilidad de firmar un contrato de telefonía fija. Desde Francia el paso a otros países como España, es corto y durará, más o menos, el tiempo del futuro relevo generacional. Así que parce que finalmente habrá que prepararse para despedirse del teléfono fijo.
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