está en España y es muy fácil ir a visitarlo

Si este verano te apetece hacer una escapada a un destino de sol y playa que además tenga un gran patrimonio histórico, este pueblo de colores te encantará. Todo el mundo está hablando de él, y parece que va a ser el destino más deseado de 2023. Se encuentra en la provincia de Alicante y es muy fácil llegar a él.

Se trata de la localidad de Villajoyosa, capital de la comarca de La Marina Baja. Está enmarcada en un entorno natural privilegiado, con el mar Mediterráneo por el sur las sierras Aitana y Puig Campana en el norte. Tiene un centro histórico amurallado precioso y destaca por su entramado de casas de colores.

Villajoyosa, el pueblo de casas de colores

El casco antiguo está muy bien conservado, razón por la cual es Bien de Interés Cultural. Prepara la cámara porque vas a querer sacar fotos en cada esquina.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es el templo religioso más importante. A día de hoy, es uno de las pocas iglesia-fortaleza que quedan en pie en la provincia de Alicante. Su origen se remonta al siglo XVI y alberga la capilla de santa Marta.

Buena parte de las murallas de la localidad fueron destruidas durante la Guerra de Sucesión. Las únicas murallas que se conservan están en la calle Costera de la Mar, las cuales datan del siglo XVI.

Sin lugar a dudas, el principal atractivo del pueblo son las casas de colores, que se encuentran en el Paseo Marítimo. Un lugar muy fotogénico y que durante los meses de verano se llena de turistas.

Por el Paseo Marítimo se llega hasta el puerto pesquero y la lonja donde de lunes a viernes tiene lugar a subasta del pescado. Una tradición con varios siglos de antigüedad.

La fábrica Valor alberga el Museo Valenciano del Chocolate, cuya visita merece mucho la pena para mayores y pequeños. Tendrás la oportunidad de aprender más sobre el proceso de elaboración del chocolate.

El mejor día del año para visitar la localidad es el 29 de julio, ya que es el día de la Patrona Santa Marta y se celebran las fiestas de los Moros y Cristianos en su honor. La leyenda cuenta que el 29 de julio de 1538 la villa sufrió un ataque de piratas berberiscos. Para acabar con ellos, Santa Marta provocó una riada, y desde hace más de tres siglos tiene lugar la recreación del desembarco en esta fecha.


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