Hace más de un año, la empresa de distribución cárnica Discarlux le echó el ojo a un ejemplar vacuno que, por sus dimensiones, prometía. Se trata de la vaca más grande, con más de una tonelada y media de peso, registrada en España en el último medio siglo, tal y como asegura José Portas, gerente de la firma. Se trata de una vaca rubia de seis años de edad, procedente de Cerceda (Galicia), con un peso en vivo de 1.745 kilos, y un peso en canal de 880 kilos.
El animal, que ya descansa en las cámaras de Discarlux en Madrid, donde se le someterá a un tratamiento de maduración de 90 días, similar al que reciben los bueyes, ha sido alimentado, detalla Porta, a base de productos naturales, hierba fresca y seca y maíz autóctono. Las primeras valoraciones apuntan a una grasa amarilla, un color cercano a la yema de huevo, y de textura untuosa. “Esta vaca ha sido la culminación de muchos meses de esfuerzo buscando los mejores ejemplares vacunos. Y la hemos encontrado casi escondida en una casa de labranza gallega”, asegura Portas, que avanza que parte de la carne irá a Bilbao, A Coruña, Pamplona y fuera de España a Estocolmo (Suecia) y a Sorrento (Italia).
En 2018, Discarlux lideró el proyecto Fisterra Bovine World, la primera cría en paralelo de 13 razas, que todavía continua. Durante la primera fase de 24 meses hermanaron razas bovinas de todo el mundo, con la máxima pureza y una edad semejante en una finca gallega: todas las razas bovinas son distintas, con morfologías diferentes, alimentadas y criadas bajo el sistema ganadero gallego, usando alimentación propia de la zona basada en maíz autóctono del país y pastos cercanos al mar. En la actualidad se encuentran en la segunda fase, donde están criando en paralelo las mejores razas seleccionadas en la primera fase.
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