Madrid es una de las ciudades españolas en las que mayor oferta gastronómica puedes encontrar, de todo tipo, y muy especialmente en el caso de los dulces, con establecimientos míticos y otros nuevos pero que conjugan a la perfección la tradición con la modernidad. Hoy te mostramos una mítica pastelería de Madrid que está entre las mejores del mundo y nada tiene que envidiar a ninguna otra de cualquier rincón del planeta.
Las pastelerías son muy necesarias, esos lugares que se convierten en auténticos paraísos para los amantes del dulce y en los que puedes encontrar delicias en diferentes combinaciones de sabores y texturas que en muchas ocasiones resultan explosivas y auténticos manjares de dioses.
La Mallorquina, la mítica pastelería de Madrid
Se trata de La Mallorquina, sin duda una de las pastelerías más míticas de la capital y que ha obtenido un importante reconocimiento del prestigioso portal Civitatis, que la muestra como una de las pastelerías más famosas del mundo. La pastelería española comparte protagonismo en la lista con otras muy famosas de París, Nueva York, Viena o Lisboa, entre otras.
La Mallorquina, ubicada en la Puerta del Sol, se inauguró en el año 1894 y a día de hoy cuenta con otros dos locales más en el centro de la ciudad, uno situado en la C/ Velázquez, 39 y otro en la glorieta de Quevedo. Un establecimiento que a lo largo de sus más de 125 años de historia ha cosechado un gran prestigio.
¿Qué se puede encontrar en esta mítica pastelería de Madrid? Pues puedes comprar delicias como palmeras de chocolate, napolitanas, croissants o panettones, entre otros muchos productos dulces. También ofrece packs de desayunos y meriendas, e incluso algunos platos salados. Además, en fechas especiales también elaboran los dulces típicos de esas fechas. Su éxito es tal que puedes comprar tanto en el local como en su web para hacer el pedido online y que te lo lleven a casa.
Muchos clientes ilustres han degustado los dulces de La Mallorquina a lo largo de su historia, entre ellos Unamuno o Benito Pérez Galdós, dos de las figuras más relevantes de la historia de España. Cuenta también con una cafetería, Salón de Té que a partir de la década de los 60 se convirtió en el epicentro político y cultural de la ciudad.
A día de hoy, esta pastelería es el único establecimiento del siglo XIX que hay en Madrid conservando su actividad original. Artesanía y tradición son sus pilares y secretos de su éxito, aunque también se han adaptado a los tiempos y modernidades para incorporar los dulces más innovadores y satisfacer así tanto a los clientes clásicos como a los que buscan sorprender a su paladar con algo diferente.
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