Después de que Estados Unidos anunciara el jueves la muerte del líder del grupo, Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, en el marco de una operación de sus fuerzas especiales en la provincia siria de Idlib, Naciones Unidas afirmó que aplaude “cualquier éxito” que se obtenga en la lucha contra el Estado Islámico.
“Hemos tomado nota del anuncio del presidente de Estados Unidos (Joe Biden) sobre la muerte de Abú Ibrahim al Quraishi, el líder de Estado Islámico”, dijo el viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq. “El sistema de la ONU en su totalidad ha estado muy unido en los esfuerzos en la lucha contra Estado Islámico, así que cualquier éxito contra ellos es aplaudido”.
“Estado Islámico ha cometido crímenes atroces y causado tragedia y muerte a miles de hombres, mujeres y niños. Queremos aprovechar este momento para recordar a las víctimas y a las familias de las víctimas del terrorismo en todos los lugares del mundo”, destacó en rueda de prensa.
Asimismo, mostró su “preocupación” por la muerte de civiles durante la operación y pidió a las partes que adopten todas las medidas necesarias para proteger a civiles e infraestructura civil, en línea con sus obligaciones bajo el Derecho Humanitario. Por último, pidió que se investigue quién fue responsable de la muerte de estos civiles.
Biden afirmó el jueves que fue una intervención “complicada” en la que se optó por desplegar fuerzas especiales en lugar de por un ataque aéreo para “minimizar” los daños colaterales. Sin embargo, y aunque se tomaron “todas las precauciones”, varios civiles habrían perdido la vida.
En este sentido, recalcó que fue Al Hashimi quien decidió estar “rodeado” de civiles, niños incluidos, y confirmó que se inmoló antes de ser capturado y “enfrentarse a la justicia” por los crímenes cometidos”, como también hizo en su día su predecesor, Abu Bakr al Baghdadi.
Al Hashimi asumió el cargo al frente de Estado Islámico tras la muerte de Al Baghdadi, en una operación similar llevada a cabo en octubre de 2019 por las fuerzas especiales en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía y controlada por diversos grupos rebeldes.
Europa Press
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