“No estamos tras él. Queremos que tenga una salida digna y se vaya ”, dijo Elliot Abrams, enviado especial para los asuntos de Venezuela, a The New York Times.
Elliott Abrams, enviado especial del Departamento de Estado para Venezuela, dijo que en caso de que el presidente Nicolás Maduro decida abandonar el poder de manera voluntaria, Estados Unidos no lo llevaría a juicio ni trataría de castigarlo a pesar de la crisis económica y social en la que se encuentra el país bajo su administración.
En entrevista para el diario estadounidense The New York Times, Abrams aseguró que Washington no está tras Nicolás Maduro. “Esto no es una persecución. Queremos que tenga una salida digna”, puntualizó.
Resaltó que hasta el momento no han notado indicios de que el mandatario venezolano esté dispuesto a renuncia y agregó: “No queremos enjuiciarte; No queremos perseguirte. Queremos que dejes el poder”.
La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump declaró que la Casa Blanca tuvo contacto con “niveles muy altos” del gobierno de Maduro, tras reportes de que Washington y Caracas habían mantenido pláticas secretas.
Pocas horas después, Maduro afirmó que autorizó de forma expresa a sus funcionarios a reunirse de forma secreta con el gobierno estadunidense. “Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios”, dijo Maduro, y agregó que su gobierno está “preparado siempre para dialogar”.
Sin embargo , Abrams dijo que “la noción de que estamos negociando y de que hay un patrón de contactos es completamente equivocada”. Agregó que sí hubo mensajes, pero fueron intermitentes. “Creo que a la gente le parecería completamente predecible cómo es el mensaje muy ocasional desde Washington”, explicó.
“Necesitan regresar a ser un país democrático. Maduro necesita dejar el poder. No debe postularse en una elección. No retiraremos las sanciones hasta que esté fuera del gobierno”. Abrams comentó que por el momento no considera que sea valioso hablar directamente con el gobierno de Maduro.
NYT señaló que cualquier contacto directo entre Washington y Maduro se arriesgaría a dejar de lado las negociaciones paralelas, que son mediadas por Noruega y mantenidas en la isla caribeña de Barbados, entre el gobierno venezolano y los funcionarios de oposición liderados por Juan Guaidó , a quien Estados Unidos considera como el presidente legítimo de Venezuela. .