El Ejército de Estados Unidos ha desocupado Bagram, su aeródromo más importante en Afganistán, según explicaron en primera instancia a The Washington Post tres funcionarios del área de defensa, quienes subrayaron que el Pentágono espera completar su retirada del país en unos días. La salida de la base aérea de Bagram, a unos 70 kilómetros al norte de Kabul, pone fin a la presencia militar estadounidense en el aeródromo más importante de Afganistán, que se ha prolongado durante más de 20 años.
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La información ha sido confirmada por un portavoz del Ministerio de Defensa afgano. “El aeropuerto de Bagram fue oficialmente entregado al Ministerio de Defensa. Las fuerzas estadounidenses y de la coalición se han retirado completamente de la base y, a partir de ahora, las fuerzas del Ejército afgano la protegerán y la utilizarán para combatir el terrorismo”, escribió en Twitter el portavoz Fawad Aman.
Las instalaciones se han usado durante mucho tiempo para lanzar aviones de ataque contra los talibanes y otros grupos yihadistas y llegó a ser el cuartel general de las tropas de Operaciones Especiales de EE UU en este conflicto. Según el Post, uno de los oficiales de defensa dijo que el general del Ejército Austin Scott Miller, el principal comandante de los Estados Unidos durante casi tres años, permanece a cargo y conserva la capacidad de proteger a las tropas estadounidenses mientras continúa la retirada.
El diario aseguró que todas las fuentes confirmaron esta decisión que adelantó la cadena estadounidense Fox, aunque hablaron de forma anónima. Se espera que el Ejército complete su retirada en cuestión de días, siguiendo la orden del presidente Joe Biden decretada en abril pasado de poner fin a la participación estadounidense en la guerra de Afganistán.
Más de 2.400 soldados estadounidenses han muerto en 20 años de combates y 20.000 han resultado heridos. También han muerto unos 47.245 civiles, junto con decenas de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad afganas, según el rotativo.
Los talibanes manifestaron este viernes que “saludan y apoyan” la partida de todas las tropas de Estados Unidos y la OTAN de la base aérea de Bagram en Afganistán, una señal de que la retirada completa de las fuerzas extranjeras de ese país es inminente. “Su completa retirada [de Afganistán] abrirá el camino a los afganos para decidir sobre su futuro por ellos mismos”, dijo a AFP el portavoz de los talibanes Zabihulá Mujahid.
El repliegue está teniendo lugar en medio de un repunte de la violencia y las ofensivas de los talibán, a pesar del inicio en septiembre de las conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los insurgentes en la capital de Qatar, Doha. En este contexto, fuentes citadas por Tolo TV han señalado que más de 20 personas han muerto en ataques ejecutados en la noche del jueves por los talibán en las provincias de Badajshán y Baghlan, situadas en el norte del país.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ha asegurado a través de su cuenta en la red social Twitter que cerca de 130 presuntos insurgentes han muerto y cerca de cien han resultado heridos en operaciones llevadas a cabo durante las últimas 24 horas por parte de las fuerzas de seguridad.