Hace tan solo unos días, Jorge Javier Vázquez acaparaba todas las miradas en su reaparición en el plató de Sálvame, y no es para menos. Después de haber tenido que acudir a su puesto de trabajo con gafas de sol tras someterse a una blefaroplastia, finalmente el maestro de ceremonias ha podido desprenderse de este complemento para lucir así su nuevo rostro sin ningún tipo de problema, el cual lucía mucho más rejuvenecido que de costumbre al ser el tratamiento mencionado un procedimiento que se realiza en los párpados con el objetivo de corregir los signos de la edad y problemas funcionales, además de mejorar la apariencia estética. Sin embargo, cabe destacar que, aunque esta intervención quirúrgica ha sonado aún con más fuerza a raíz de la operación del de Badalona, él no ha sido el primer ni el único famoso que ha pasado por quirófano para llevarla a cabo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Desde que comenzó su andadura cinematográfica, Penélope Cruz ha dado un giro de 180 grados en su apariencia a golpe de bisturí. Es por ello que, pese al paso de los años, la actriz luce una mirada completamente rejuvenecida fruto de una operación de blefaroplastia, gracias a la cual la ganadora de un Premio Oscar pudo deshacerse del exceso de piel en sus párpados para así crear una sensación de juventud, de mayor apertura y de mirada más rasgada, dejando así atrás las cejas flácidas, la caída de párpados superiores caídos y las bolsas debajo de los ojos que pueden aparecer cuando la grasa se acumula en esta zona del rostro.
Aunque no se saben con certeza los nombres de otros famosos que habrían pasado por el mismo procedimiento, son muchos los rumores que indican que Nicole Kidman, Blake Lively, Jane Fonda o Catherine Zeta-Jones también habrían hecho lo propio para estar más contentas consigo mismas y con su imagen, aunque cabe destacar que la blefaroplastia, al igual que cualquier otra intervención estética, no está exenta de riesgos, pudiendo tener como efectos secundarios la reacción negativa a la anestesia o los coágulos sanguíneos. Sin embargo, es especialmente importante saber que se trata de una operación bastante sencilla con un periodo de recuperación corto de unas dos semanas, que requiere de cuidados como el de evitar que los ojos tengan contacto directo con el sol hasta que un profesional médico lo indique.
Por otro lado, también hay que prestar especial atención a inconvenientes no tan graves como las mencionadas previamente, aunque también importantes, como por ejemplo la pérdida de las pestañas, las infecciones, la sequedad ocular, las cicatrices visibles o un resultado que no sea el esperado por parte de la persona que se ha sometido a la intervención. Algo que no parece haber sucedido a los famosos mencionados, que a día de hoy pueden presumir de lucir miradas de infarto por las que no pasa el tiempo.
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