"En términos de rendimiento de la tarea, descubrimos que la autonomía del robot de mano y el conocimiento de la tarea contribuyen a una colaboración más eficiente, ya que reduce el tiempo para completar la tarea", escribieron Stolzenwald y Mayol-Cuevas.
Descubrieron que el brazo robótico, controlado de forma remota pero mantenido por un usuario local, aumentó la eficiencia de las tareas probadas en un 24 por ciento, un aumento significativo si usted es propietario de un negocio y su empresa tiene una gran escala.
En términos de comunicación, que era el objetivo principal, los científicos descubrieron que, al menos cualitativamente, la capacidad de controlar de forma remota la punta de los brazos del robot hace que sea más fácil completar una tarea. Creen que se debe a los gestos deícticos del brazo, que se asemejan a los primeros movimientos que hacen los bebés, incluida la extensión de los dedos.
En efecto, se requería menos comunicación verbal entre los trabajadores para completar el mantenimiento de la tubería. Los investigadores dedujeron que esto se debe a que la función de puntería del robot reemplaza las instrucciones de un usuario remoto para el movimiento a baja escala y también reduce el conocimiento de la tarea requerida para moverse. En resumen, tener información imperfecta sobre pequeños movimientos que se deben hacer, como en la cirugía invasiva, es menos problemático con el uso del brazo robótico.
¿Crees que suena divertido trabajar con un brazo robótico?
Bueno, Stolzenwald y Mayol-Cueva también han mirado eso. En un segundo artículo publicado el mes pasado, el dúo investigó cómo las personas responden a un brazo robótico que puede completar una tarea pero, en la práctica, hará lo suyo. No es sorprendente que los usuarios se pongan extremadamente nerviosos cuando sus planes no se alinean con los del brazo robótico.
Para crear una interacción humano-computadora armoniosa, como una persona que usa el brazo robótico como una herramienta eléctrica, es útil estudiar no solo las interacciones positivas, sino también los casos en que el brazo robot se desvía de lo que el usuario quiere que haga.
En el futuro, Stolzenwald y Mayol-Cueva quieren ir más allá de las simulaciones en las que probaron el brazo robótico y la transición a entornos del mundo real. También les gustaría estudiar cómo los trabajadores remotos completamente capacitados pueden beneficiarse de esta asistencia robótica y cómo los usuarios locales se benefician en los escenarios de capacitación.