¿Alguna vez te has preguntado por qué el congelador huele muy mal? Este es uno de los electrodomésticos más importantes en el hogar, ya que permite conservar los alimentos durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, no solemos prestarle la atención que se merece y simplemente lo limpiamos de vez en cuando para quitar la suciedad más superficial.
Pero es un gran error porque la suciedad puede favorecer la proliferación de bacterias, moho y levadura. Esto también se aplica a los alimentos caducados. Aunque el congelador permite conservarlos durante mucho más tiempo, esto no significa que puedan estar ahí eternamente. Por ejemplo, el pescado puede estar en el congelador entre tres y seis meses.
Los microorganismos proliferan en determinadas circunstancias, como por ejemplo si la temperatura sube por encima de los 18 grados bajo cero al meter un tupper que todavía está caliente o si ha habido un corte eléctrico que ha apagado el sistema. También influye en el mal olor del congelador el derrame de fluido de recipientes que no están bien cerrados.
El congelador huele mal
Cuando un determinado alimento empieza a descomponerse, desprende olores de gran intensidad como consecuencia de la liberación de sustancias químicas y grasas. Son los conocidos como compuestos orgánicos volátiles, presentes, tal y como su propio nombre indica, en la materia orgánica. Reciben este nombre porque liberan gases o vapores con mucha facilidad. Por lo tanto, esta es una de las causas por las que el congelador puede oler mal.
A esto hay que sumar que el agua presente en los alimentos, al congelarse, se deshace de sus minerales y sales. Esto hace que los alimentos despidan hacia el exterior sus sustancias químicas, las cuales se adhieren a la superficie más cercana, el tupper o las paredes del propio congelador.
Aunque todos los envases estén correctamente cerrados o no se haya producido ningún derrame de líquido, el congelador también puede oler mal si hay algún alimento en mal estado en el frigorífico. Ambos compartimentos comparten un único canal de aire y una única fuente de energía.
Para dejar el congelador como nuevo y sin malos olores, lo mejor es sacar todo lo que hay dentro y tirar aquello que esté caducado. Una vez se apaga el aparato y se deshace el hielo, hay que limpiar las paredes en profundidad con agua y jabón. Antes de volver a encenderlo, es recomendable poner bicarbonato de sodio durante unos minutos.
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