La Fundación Española del Corazón recomienda consumir entre tres y cinco huevos a la semana. Los huevos son muy beneficiosos para la salud ya que «la clara está compuesta fundamentalmente por albúmina, la proteína de mayor calidad biológica» y «la yema contiene grasa (lecitina), proteínas, hierro, azufre y vitaminas A, B, D y E».
Ahora bien, es importante saber que los huevos son muy delicados ya que si no se conservan adecuadamente el riesgo de contraer salmonelosis es muy alto. Una de las principales recomendaciones es la de prestar atención al tiempo que duran los huevos frescos en la nevera.
Huevos frescos en la nevera
Lo más recomendable es prestar atención a la fecha de consumo que viene en la caja ya que es el dato más fiable. Para saber el tiempo que duran los huevos frescos en la nevera en perfectas condiciones, los productores tienen en cuenta el día de la puesta. Desde ese momento, pueden durar entre tres y cinco semanas aproximadamente.
Los huevos necesitan un lugar seco, fresco y con una temperatura constante para no estropearse, así que guardarlos en la nevera es la mejor opción. Los expertos recomiendan mantenerlos en su propia caja y almacenarlos en las baldas superiores.
Colocar los huevos en la puerta nunca es una buena opción por una razón muy sencilla: sufren mucho por el contraste frío-calor de estar abriendo y cerrando la nevera. Como hemos señalado, necesitan una temperatura constante para mantenerse en buen estado.
Aunque creamos que lavar los huevos antes de meterlos en la nevera es la mejor forma de que estén limpios, es algo que nunca debemos hacer. La cáscara de los huevos es porosa, así que al lavarlos estamos facilitando la entrada de microorganismos en el interior. Sí podemos lavarlos justo antes de consumirlos, secándolos cuidadosamente con papel de cocina.
Uso seguro de los huevos
Para evitar cualquier tipo de intoxicación alimentaria, es importante que conozcamos una serie de recomendaciones para un uso seguro de los huevos.
Es fundamental que compremos huevos frescos con la cáscara limpia y, por supuesto, intacta. Tienen que estar debidamente etiquetados y con el código de trazabilidad marcado en la cáscara.
No debemos cascar los huevos en el borde del recipiente donde vayamos a batirlos. Cualquier recipiente o utensilio con restos de huevo crudo hay que lavarlo inmediatamente después de su uso.
A la hora de hacer una tortilla de patatas, si no la vamos a consumir al momento, lo mejor es guardarla en la nevera y mantenerla refrigerada hasta su consumo.
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