Este 24 de julio Viva la Vida cierra un ciclo en Telecinco. El espacio capitaneado por Emma García dice adiós a esta etapa en la que el programa ha podido presumir de haber estado en antena desde el 20 de mayo de 2017. Más de cinco años amenizando las tardes de los fines de semana en el canal perteneciente al holding italiano. Precisamente, ha sido este formato el escogido por Ana María Aldón para hacer su reaparición pública.
Movimiento, que llega después de que su marido, José Ortega Cano estallara en Sálvame esta misma semana. «Les queda poco para acabar con mi vida. Están a punto de conseguirlo. Llevan mucho tiempo conmigo, pero ya no tengo fuerzas. Ya estoy abatido de la forma que me trata, de la forma tan cruel que son conmigo», dijo muy afectado. «Yo no les he hecho nada. Todo lo contrario. Les he hecho ganar dinero, mucho dinero. Pero de la manera que me están tratando ya, con mis años, y con todo lo que he sufrido en mi vida. Me están haciendo sufrir más. Estoy solo en mi casa. Estoy solo», añadió. Sobre su matrimonio con la diseñadora expresó que: «Me llevo con mi mujer fantásticamente. Ella está en Andalucía, pero pronto estaremos juntos. Pero ustedes tienen que acabar con mi vida».
Después de días sin dar ningún tipo de declaración pese a estar en el ojo del huracán, la exconcursante de Supervivientes reapareció en Déjate Querer como invitada de excepción al espacio presentado por Toñi Moreno. Sobre el entramado familiar en el que se encuentra actualmente, expresó que no había pensado en separarse del torero. «No he pensado en separarme, he pensado en recuperarme y que tenga lo que tenga que venir. Mi marido no va a cambiar», indicó con tristeza.
Del mismo modo, hizo gala de su sinceridad y confesó que el verdadero punto de inflexión que le hizo dejar de colaborar en Viva la Vida fue la ya histórica llamada de Ortega Cano a Ya son las ocho, en la que el torero pidió tanto a su mujer como a su hija que dejaran de hablar de él. «Me tenía delante, no tenía que llamar para decir eso, no tenías que llamar porque me tenías a tu lado», añadió.
A los pocos días, Ana María puso tierra de por medio y se desplazó hasta Costa Ballena, Andalucía. «Yo no estoy enfadada ese día. Estoy triste por una acumulación de cosas que pasan. Hay situaciones que se podían evitar, pero no se evitan. Y cuando se pasan ciertos límites hay que retirarse, que es lo que he hecho yo, para reflexionar. A la ansiedad le sumas la tristeza, la desilusión y la falta de ganas de vivir y eso es un cóctel molotov», contó a la presentadora. Sea como fuere, el matrimonio de Ana María Aldón y Ortega Cano se encuentra en primera plana mediática pese a que el maestro ha negado la información que arrojó Kiko Hernández en Sálvame esta misma semana, con la que sacaba a la luz que su historia de amor con la diseñadora habría llegado a su fin.
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