Este lunes ha supuesto, para muchos españoles, una vuelta a la rutina en toda regla, y para Ana Rosa Quintana no iba a ser distinto. Después de haber vivido diez días de vacaciones, la presentadora ha vuelto a coger las riendas de El Programa de Ana Rosa con las pilas cargadas, aunque en esta ocasión ha llamado especialmente la atención que no se han podido conocer los pasos que ha llevado a cabo en esta Semana Santa hasta que ella misma se los ha querido hacer saber a los espectadores del espacio televisivo de las mañanas de Telecinco.
Aunque se ha convertido en una costumbre ver a la maestra de ceremonias en Sevilla para poder así disfrutar en primera línea de las procesiones de la capital andaluza, en estos últimos días giraba en torno a ella la duda sobre si se había desplazado finalmente hasta la Ciudad Hispalense o si, por el contrario, había cambiado de destino. Algo que ella misma ha querido solventar al reaparecer en su propio programa y aprovechar el tema sobre la alta ocupación hotelera que han tenido algunos de los enclaves más destacados del país: «En Sevilla ha sido una Semana Santa histórica, no cabía ni un alfiler y lo puedo asegurar», comenzaba explicando, para después entrar en más detalles sobre su escapada exprés: «Qué ganas teníamos de salir…», aseguraba, haciendo referencia tanto a sí misma como a los muchos españoles que no han dudado en hacer la maleta y marcharse de casa de manera temporal después de haber tenido que permanecer muchos meses en ésta a consecuencia de las restricciones propias por la llegada del coronavirus.
De esta manera indirecta, la presentadora ha dejado entrever cuáles han sido sus planes en Semana Santa, la cual probablemente ha vivido en compañía de sus seres queridos para así exprimir cada momento junto a ellos al máximo antes de retomar su puesto habitual en El Programa de Ana Rosa, donde hoy se ha puesto al día de la actualidad social, en la que prima el asunto del nacimiento de la nieta de Ana Obregón por gestación subrogada.
Sea como fuere, lo cierto es que después de haber pasado unos meses alejada del foco mediático para recuperarse del cáncer de mama, Quintana ha querido retomar la tradición de acudir a una de sus ciudades favoritas por Semana Santa, en la cual se ha dejado ver en multitud de ocasiones visiblemente emocionada por todas las procesiones que suceden allí por estas fechas. Ahora que lleva seis meses trabajando como de costumbre y de manera ininterrumpida en su espacio televisivo, la presentadora ha querido hacer lo mismo que miles de españoles y elaborar un plan en unos diez días gracias a los que ha podido disfrutar de la privacidad que probablemente anhelaba al ser uno de los rostros más conocidos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras por su impecable profesionalidad incluso en la adversidad.
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