El yogur es uno de los alimentos más consumidos por mayores y pequeños, y todos nos hemos preguntado alguna vez qué pasa si nos comemos uno que está caducado. Pues bien, si no se ha roto la cadena del frío y apenas han pasado unos días desde la fecha de caducidad, podemos comerlo sin ningún problema.
La duración de los alimentos en buen estado se fija en función de una serie de criterios científicos. Lo primero y más importante es saber diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente:
- Fecha de caducidad: se indica en aquellos alimentos que son muy perecederos y que tienen un gran riesgo microbiológico. Una vez pasa la fecha de caducidad, el producto no se debe consumir porque puede contener bacterias patógenas.
- Fecha de consumo preferente: se aplica a alimentos más duraderos. Cuando pasa esta fecha, es muy probable que el sabor sea un poco rancio o cambie el color, pero no existe riesgo microbiológico.
¿Comer un yogur caducado es seguro?
El yogur es un alimento con un pH muy ácido, así que es complicado que se establezcan en él patógenos. Además, se elabora con leche pasteurizada, que elimina la carga microbiana.
Si el yogur preserva la cadena de frío y sólo han pasado unos pocos días desde la fecha de caducidad, es muy raro que se vea afectado por microorganismos nocivos para la salud, como mohos o levaduras.
Ahora bien, antes de comerlo, debemos prestar atención a algunas señales que nos indican si está bueno o no.
En ningún caso debemos comernos un yogur si la tapa está perforada o abierta, aunque sea parcialmente, porque nos dicen que el almacenaje del producto no ha sido el adecuado, y existe riesgo de intoxicación.
Si al abrir el yogur, tiene más líquido de lo habitual o la textura es distinta, agrietada o grumosa, también tenemos que desecharlo para no intoxicarnos.
Por supuesto, si el yogur presenta un olor y/o un sabor raro, es un claro indicativo de que debemos tirarlo. Cuando los microorganismos proliferan en el yogur, éste suele abombarse. Al abrirlo, nos encontraremos moho.
Katherine García, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explica a ‘Cuidateplus’ lo siguiente: «No hay estipulado un número de días a partir de la fecha de caducidad o fecha de consumo preferente en los que sea seguro consumir el producto con la fecha vencida. El sentido común nos dice que las probabilidades de que el producto no reúna las mismas propiedades que cuando se envasó aumentan a medida que van pasando los días».
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