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“Esto es una marcianada”: la habitación de Usera que muestra todo a un público ‘voyeur’

La literatura y el cine están plagadas de habitaciones emblemáticas que roban el protagonismo incluso a los personajes principales: la habitación roja de Twin Peaks (1990), por ejemplo, el cuarto de hotel en el que despierta preso el protagonista de Oldboy (2003) o la habitación 217 que ideó Stephen King para El Resplandor.

Habitación Número 34 al desnudo. claudia maturana

En Habitación Número 34, la estancia también es la protagonista. Aquí nada se esconde y todo se brinda al exterior. Un amplio ventanal que hace esquina entre dos calles del barrio madrileño de Usera muestra lo que pasa dentro. Entre sus paredes níveas se ven elementos comunes a cualquier dormitorio: un armario, una cama, algunos dispositivos electrónicos, un pequeño aseo y varias mesitas de noche. Pero con la peculiaridad de que todo está colocado al revés, en el techo en lugar del suelo.

Esta fachada surrealista es la instalación permanente que sirve de carta de presentación a este espacio cultural en el que el espectador observa sin tener acceso a su interior. Disfruta como un simple voyeur. Cada viernes y sábado se suceden entre sus escasos metros cuadrados muestras de arte en vivo, conciertos, performances y entrevistas que están revolucionando los stories en Instagram. Y el vecindario en general. “Recuerdo el día que actuó María Forqué con su impactante puesta en escena con luces y humo, medio desnuda… ¡La gente del barrio pensaba que estaba haciendo un espectáculo erótico!”, asegura la guionista televisiva Diana Aller, una de las partícipes de este inédito proyecto cultural en la capital.

Concierto de Virgen María (María Forqué) que tuvo lugar el 26 de marzo de 2021.

Su artífice y director, el artista madrileño RGB, conocido por el nombre artístico de 3819etc, lo puso en marcha en septiembre de 2020 para promocionar el arte visual y la música emergente de nuestro país. En él, los músicos y artistas elegidos en colaboración con Lava Art Project parecen maniquíes de un escaparate en plena actividad. El arte se ve pero no se toca ni se escucha (eso se hace través de su canal de YouTube), una respuesta creativa a las restricciones de seguridad generadas por la covid que han trastocado la vida cultural de todo el mundo. “La idea surgió durante el primer confinamiento en 2020, así que fue diseñado y pensado por y para sobrevivir en tiempos de covid. Quizá si no hubiera habido pandemia sería diferente, pero es difícil saberlo con certeza”, explica RGB.

El artista, conocido por sus diseños vanguardistas al frente de la marca Chromosome Residence, decidió aprovechar la esquina de este anodino local en el sur de Madrid. “Este espacio pretende evocar el lugar donde el artista, en la mayoría de las ocasiones, imagina y da forma a sus ideas: su cuarto”, explica. “Una dinámica que bebe conceptualmente de las residencias de artistas visuales, en las que el artista habita en una habitación-taller donde produce su obra, pero que en este caso materializamos a través de exposiciones mensuales pensadas para ser vistas solo desde el exterior de la habitación”.

Exposición ‘Wasted Panorama’, de Yosi Negrín, comisariada por Lava Art Project. Estuvo del 17 de septiembre al 7 de octubre 2020. claudia maturana

Como seña de identidad, llevaría el número de la calle donde se ubica, el 34 de la Avenida Cerro de los Ángeles. Esto sirve, además, para dar continuidad al proyecto cultural Habitación Número en el que se integra. En un futuro tiene pensado abrir más espacios en las afueras. “¿Quién puede permitirse un local en el centro de Madrid? Esta es la razón más acuciante entre los jóvenes que incita a desplazarse hacia la periferia, ya sea para vivir o abrir un espacio. Por otro lado, creemos que descentralizar la cultura es también fundamental. Normalmente, este tipo de eventos se localizan en el centro de las ciudades y, concretamente, en el centro del país. Es importante tener en cuenta que las prácticas que desde el mundo del arte y el mundo académico consideramos “cultura” suelen ser elitistas. Sin embargo, la cultura es también todo el entramado social y las prácticas sociales de cada barrio, como por ejemplo en Usera puede ser el Año Nuevo chino o tantísimas otras cosas”, explica su creador.

Arte contemporáneo sí, pero para el barrio

En Habitación Número 34 la cercanía al barrio actúa como elemento integrador de su tejido cultural. “En nuestras inauguraciones, los primeros espectadores son la peluquera de enfrente y los vecinos del edificio. Nos integramos porque nuestro espacio no tiene barreras de entrada, todo el mundo sabe que está ahí y que cada mes habrá una exposición nueva. Puede que no lo entiendan o nos miren más como un entretenimiento, pero es que el arte debería ser un entretenimiento accesible a todo el mundo”, señala RGB.

Exposición ‘Tal vez fue ella la que dijo date la vuelta’, de Nora Silva, comisariada por Lava Art Project. Estuvo en Habitación 34 del 23 de marzo al 17 de abril 2021. I HABITACIÓN NÚMERO 34.

Diana Aller es integrante del proyecto desde sus inicios y la encargada de conducir las entrevistas que preceden cada actuación de los viernes. Tras el espectáculo tiene lugar una tertulia donde se lanzan las preguntas que los seguidores realizan a través de las redes sociales. Aller incide en que lo interesante del proyecto es precisamente la sinergia que surge entre dos mundos, a primeras, tan dispares. “Esta claro que esto es una marcianada para una zona como Usera, un barrio popular con mucha población migrante, pero es justo lo que genera una energía tan bonita”, explica.

‘El aire que media’, de Jesu Moratiel, es la instalación de Habitación Número 34 que se puede “observar” hasta el 24 de mayo.

Hasta la fecha, este dormitorio surrealista ha dado “alojamiento” a artistas como Javiera Mena, Stephen Please o Rizha. Este mes se darán cita en su agenda musical el madrileño Lucas Vidaur, conocido como Confeti de Odio (14 de mayo), MEGANE (21 de mayo) y Rakky Ripper (28 de mayo), junto a una programación cada sábado de djs a cargo del colectivo madrileño de música electrónica Phase Collective.

Belinda Martín Porras y Paula Ramos Mollá, fundadoras de la plataforma de artes visuales Lava Art Project, se encargan de reclutar a los artistas que cambian una vez al mes el rostro de Habitación Número 34. Sus paredes han mutado en escenarios tan dispares como una playa distópica de residuos ideada por Yosi Negrín, un jardín portátil de Lola Zoido e, incluso, han servido de lecho para los muñecos hinchables que el gallego Jesu Moratiel mantiene ahora conectados al mundo digital por medio de tubos de plástico. El 25 de mayo será Ignacio Nevado, más conocido como Ampparito, quien tome el relevo con sus objetos cotidianos y desconcertantes.

Repasando una programación que tiende a lo emergente y joven, A lanza al aire un deseo que puede sonar descabellado pero no imposible. “Nos hemos planteado traer a Leticia Sabater o Sonia Monroy porque son artistas que tienen un rollo muy incomprendido pero son muy profesionales… A mí me gustaría abrir el abanico sin plantear con ello una pérdida de identidad. Creo que traer a alguien por el gusto de traerlo es lo realmente underground”. Por ahora, esa etiqueta, es un distintivo claro de Habitación Número 34.

Concierto de Stephen please que tuvo lugar el 5 de marzo de 2021.

La exposición ‘Diverrealism’, de Jaume Clotet, pudo verse el 14 de febrero 2021. I BORJA LLOBREGAT




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