En verano debemos tener especial cuidado con la conservación de alimentos con la subida de las temperaturas. Precisamente, esta es la época del año en la que más intoxicaciones alimentarias se registran, ya que las bacterias se reproducen con mayor facilidad cuando hace calor.
Algo a lo que debemos prestar mucha atención es a la descongelación de alimentos porque si no lo hacemos bien puede aumentar la presencia de bacterias y provocar intoxicaciones alimentarias. Para evitarlo, los expertos lanzan una serie de recomendaciones que debemos tener muy en cuenta.
Consejos para descongelar los alimentos en verano
Lo primero y más importante es no descongelar los alimentos a temperatura ambiente porque aumenta exponencialmente el riesgo de que se multipliquen las bacterias. Por muy tentador que sea sacar algo del congelador y tenerlo descongelado en un par de horas dejándolo sobre la mesa o la encimera de la cocina, es algo que debemos evitar a toda costa. Siempre lo más aconsejable es planificar las comidas con tiempo y descongelar los alimentos dentro de la nevera.
A la hora de pasar los alimentos del congelador al frigorífico para que se descongelen, es mucho más seguro hacerlo por separado. De esta manera, si alguno se contamina por alguna bacteria, evitaremos la contaminación cruzada y es mucho más fácil detectarlo. Siempre debemos usar recipientes herméticos para mantener los alimentos separados tanto en el congelador como en la nevera.
Pero, ¿y si por alguna razón no podemos descongelar en el frigorífico? Existen otros métodos seguros, como por ejemplo el modo descongelación del microondas. También podemos recurrir a una solución que ya utilizaban nuestras abuelas: la inmersión del alimento en agua caliente, lo que tradicionalmente se conoce como ‘baño maría’.
Por supuesto, incluso si hemos utilizado un método seguro para descongelar los alimentos, la contaminación bacteriana puede llegar a producirse porque no existe ningún método 100% infalible. Teniendo esto en cuenta, antes de consumir un alimento descongelado, tenemos que verificar su olor, apariencia y textura. Ante la más mínima sospecha de que se ha puesto malo, lo más seguro es tirarlo.
Y, por último, aunque esto es algo bien sabido por todos, no está de más recordarlo. En ningún caso debemos congelar alimentos previamente descongelados porque el riesgo de contaminación es altísimo.
Estas son las principales precauciones que debemos tener en cuenta a la hora de descongelar los alimentos durante los meses de verano para evitar posibles intoxicaciones alimentarias.
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