Estos países sudamericanos ya comenzaron a vacunar con la tercera dosis de Pfizer

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MONTEVIDEO, Uruguay — A pesar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió no aplicar una tercera dosis hasta que países rezagados inmunicen a porcentajes más elevados de población, Chile y Uruguay comenzaron la administración de una tercera inmunización de Pfizer.

Ambos países sudamericanos se han destacado en América Latina por su fuerte campaña de inmunización con CoronaVac.

En Uruguay la noticia sobre la tercera aplicación se da en momentos en que se han autorizado los espectáculos deportivos con público y fiestas en espacios cerrados. La alta tasa de inmunización le da margen al gobierno, pero hay advertencias sobre una apertura tan rápida.

“Por lo que estuve leyendo, los anticuerpos con la CoronaVac bajan mucho”, dice Mónica Camarano, una contadora de Montevideo que el próximo lunes recibirá un refuerzo de Pfizer. “La tercera dosis protege”, añade convencida después de haber consultado varios sitios web especializados.

“La tercera dosis es una forma de estar protegida”, afirma a su vez Sandra Alonso en la puerta del vacunatorio de Atlántida, Canelones. Ella es una de las 800,000 personas que se registraron para recibir una dosis extra. “Con las dos primeras sentí tranquilidad. Trabajo en comercio y las vacunas son lo único que tenemos para protegernos y han funcionado”.

Por su parte, la doctora María Moreno, miembro de la Comisión Asesora de Vacunación de Uruguay opina que “es probable que con el tiempo se reduzca un poco la efectividad de la CoronaVac, pero no necesariamente tiene que reducirse la enfermedad severa o grave. Es posible que se reduzca más a nivel de transmisión comunitaria”.

Es para las personas con sistemas inmunológicos débiles.

Uruguay pasó de ser uno de los países que registraron más muertes por millón de habitantes entre abril y junio a ser actualmente el segundo que más vacunas ha aplicado a su población —después de Emiratos Árabes— al 13 de agosto, según el monitoreo de Our World in Data de la Universidad de Oxford, con 144 dosis por cada 100 habitantes. Los casos disminuyeron sensiblemente, registrándose 17 muertes en la última semana, sobre todo entre población no vacunada.

Le sigue Chile con 139 dosis por cada 100 habitantes. Ambos países administraron a su población CoronaVac —de virus inactivado— y refuerzan con AstraZeneca o Pfizer —de RNA mensajero. Las dos naciones computan menos de 2% de positivos en los testeos según Our World in Data.

En Chile la vacunación con la tercera comenzó el 11 de agosto y Uruguay la inició este lunes administrando el refuerzo a más de 30,000 personas. Sus gobiernos entienden que la inmunogenicidad, es decir la capacidad del antígeno de crear una respuesta inmune, cae con el transcurso de los meses, y que los “anticuerpos neutralizantes disminuyen con una vida media de alrededor de 100 días”, explica un documento del Departamento de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública chileno fechado el 5 de agosto.

La farmacéutica argumentó que la propagación del coronavirus por la variante Delta es la razón por la que se necesitaría una tercera dosis.

La Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones de Uruguay también pretende “optimizar la respuesta inmune” en poblaciones de riesgo, “aumentar la inmunidad global en la población homogeneizando el uso de la plataforma de ARN mensajero” y “fortalecer la inmunidad” de la población ante la variante Delta que ha ingresado a través de turistas uruguayos.

La movilidad en Uruguay es apenas 7% menor que al inicio de la pandemia y el viernes pasado hubo tan solo 90 casos nuevos, mientras 1,431 cursaban la infección. Durante el pico de la epidemia llegaron a más de 25,000 infectados diarios. Desde los primeros casos, 6,000 personas han fallecido, lo que ha posicionó al coronavirus como la principal causa de muerte en el país durante el primer semestre de 2020.

Julio Pontet, presidente de la Sociedad de Medicina Intensiva de Uruguay, dijo a la AP que actualmente hay 40 personas hospitalizadas por COVID y de éstas 25 se encuentran en cuidados intensivos.

El jefe de vacunas de Pfizer Norteamérica explica sobre lo último de la reunión de la farmacéutica con autoridades estadounidenses. Para ver más de Telemundo, visita https://www.nbc.com/networks/telemundo

La situación es la más holgada desde el inicio de la vacunación, por lo que la semana pasada el gobierno habilitó las fiestas desde el 24 de agosto próximo para 200 personas en espacios cerrados con inmunización y hasta 300 en lugares abiertos, mientras que para personas no inmunizadas se autorizarán entre 100 y 150 respectivamente. Desde noviembre se habilitará el ingreso a turistas extranjeros vacunados que no deberán guardar cuarentena.

El club Peñarol de fútbol recibirá este miércoles a Sporting Cristal en Montevideo con 5,000 personas en las tribunas. El aforo para espectáculos públicos pasó de un tercio al 66% con control de vacunación. “Vamos rumbo a establecer el cese de la emergencia sanitaria”, señaló el presidente Luis Lacalle Pou la semana pasada al celebrar que 65% de la población estaba inmunizada con dos dosis. El optimismo gubernamental parece sustentarse en que casi 7 de 10 tienen dos dosis, sumado a que un 10% de sus habitantes consiguió la inmunidad al haber cursado la infección.

Para Moreno, también docente de Desarrollo Biotecnológico de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, la apertura ha sido intempestiva. “Es un poco rápida. Nos estamos apresurado. No estamos en zona verde todavía. No sabemos cómo va a impactar la variante Delta. Tenemos un porcentaje admirable de vacunados, pero hay un porcentaje importante de no vacunados, hay una población no elegible para la vacunación que puede transmitir la enfermedad (menores de 12 años)”, explica a The Associated Press. “La respuesta de CoronaVac está bajando. No es baja porque está por encima de 50%, pero no es muy alta como para permitirnos bajar la incidencia de la Delta a niveles de transmisión e infección”, concluye.

La semana pasada, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se registraron 1.2 millones casos en el hemisferio americano y 20,000 muertes.


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