La vuelta a las aulas se aproxima y el panorama, según parece, no se va a alejar mucho del curso anterior. Según el último borrador del Ministerio de Educación, el próximo curso empezará con clases presenciales en todas las etapas educativas, pero se mantendrán las medidas que se han implantado en el último año, como son la mascarilla, la distancia y la ventilación. La pandemia sigue aquí y se contempla también reducir la distancia interpersonal de 1,5 a 2 metros, y mezclar grupos burbuja de un mismo curso, especialmente en los espacios exteriores.
“El borrador se hace eco del impacto negativo del confinamiento en la salud mental de los estudiantes y de la desvinculación que han tenido de los centros por la falta de presencialidad”, explica Rubén Sarmiento Alonso, socio fundador de Micole, la plataforma neutral para buscar colegio en España. “Por esto”, prosigue, “y ante una previsión más optimista del curso que se avecina con respecto a la pandemia al estar la mayor parte de la población vacunada, propone evitar el modelo híbrido”. Aunque, según mantiene, con el alto número de contagios “sería imprudente la falta de previsión y protocolos en caso de que se tenga que volver a una educación online”. Charlamos con Sarmiento sobre cómo ha afectado la pandemia a la búsqueda de centro y cuáles son los criterios más relevantes para los padres y madres a la hora de elegir la educación de sus hijos.
PREGUNTA: ¿Han afectado la pandemia y sus consecuencias a las prioridades de las familias en materia educativa?
RESPUESTA: Desde mi punto de vista, indudablemente sí. La pandemia ha servido para que familias y docentes hayan tenido que remar juntos, y los padres y madres han sido más conscientes de la labor de los profesores y de la educación de sus hijos. Tristemente, también hay algunos hogares que se han encontrado con una fuerte barrera, al no disponer de los medios necesarios para que sus pequeños pudieran seguir con las clases.
P. ¿Ha perjudicado a los colegios públicos la situación de pandemia?
R. Sin duda, por ejemplo, la dependencia tecnológica se ha hecho más notable en los momentos en que la educación ha tenido que adaptarse a una modalidad online. Este aspecto ha derivado en una brecha digital y educativa enorme, sobre todo en los centros públicos, que tienen menos capacidad de reacción (por estar atados a decisiones institucionales) y de inversión. Según el último estudio que realizamos a los docentes sobre cómo han vivido la covid, el 77% de los profesores de centros públicos percibió claramente esa brecha digital que sobre todo ha afectado a los alumnos con menos recursos. En general ha habido continuos problemas con las plataformas institucionales, ausencia de recursos para familias con dificultades económicas, fallos de conectividad…
P. ¿Los ratios más bajos, obligados por la pandemia, han mejorado la educación o no ha influido?
R. Debido a la covid-19, este ha sido un asunto que ha estado en boca de todos. La obligada reducción del número de alumnos para evitar contagios ha sido el tema protagonista desde que comenzó la pandemia, y ha sido también el argumento de muchos profesores que ya venían defendiendo la bajada de ratios desde hace años, pues consideran que mejora la calidad de la enseñanza al ofrecer una educación más personalizada. Hay numerosas familias que se interesan por las líneas en los colegios y el número de alumnos por clase, pero no es uno de los aspectos más comunes, al menos dentro de las informaciones que solicitan padres y madres a los centros a través de nuestra plataforma.
P. ¿La pandemia ha variado también las búsquedas de centro? ¿O es algo que se notaba desde hace años?
R. Desde que lanzamos Micole hace dos años, hemos visto ligeras variaciones en la búsqueda de centro, por ejemplo en la importancia que le dan las familias a los resultados académicos o al uso de tecnología, variable cuyo interés aumentó notablemente en el primer confinamiento. Por el contrario, algo que se mantiene es el tipo de centro: el 50% de las familias que acuden a nosotros indican entre sus preferencias la educación concertada. En un curso donde ha existido tanta polémica por la Ley Celaá ha quedado patente que es una de las opciones preferidas por madres y padres españoles. Más allá de los criterios habituales, cada vez hay más información a su alcance y entran en la ecuación otros aspectos, como el modelo educativo, los valores del centro o la adaptación curricular.
P. A raíz de lo comentado, ¿cuáles son los criterios más buscados por las familias? ¿Las extraescolares influyen?
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R. Sin duda la titularidad del centro (público, privado o concertado), si es religioso o laico (aunque hay un alto volumen de familias a los que les es indiferente), la distancia al hogar y los idiomas son los criterios más comunes para las familias a la hora de buscar colegio. Estos suelen ser decisivos, ya que actúan como “filtro” principal. Después de esto, servicios como comedor (en el último mes más de un 70% de familias, dentro del test de afinidad que proporciona Micole indicaron que querían un centro con comedor), transporte o extraescolares (60%) son aspectos que se tienen muy en cuenta.
En el caso concreto de las extraescolares, estas son percibidas como un must en los colegios y se da por hecho que tendrán las más comunes. Es interesante y muy positivo ver cómo muchos centros invierten y tratan de estar a la última para tener una oferta atractiva: más allá de las extraescolares de toda la vida encontramos colegios que dan clases de cocina o tareas domésticas, robótica, ajedrez (actividad que se disparó después del éxito de Gambito de Dama en Netflix), etc. Creo que un centro que disponga de una oferta variada es más interesante, ya que permitirá que el niño pueda desarrollar gustos y habilidades en numerosas y variadas áreas y con la comodidad de hacerlo donde recibe su educación.
P. ¿En la actualidad, se buscan más pedagogías del tipo Montessori que hace unos años?
R. Sin duda, desde 2004 las búsquedas de este tipo de pedagogías en Google se han incrementado enormemente. En 2020, hubo un 16% más de búsquedas en comparación con los datos del año anterior, y si lo comparamos con cinco años antes (2015) hubo un 76% más. Las redes también están llenas de profesionales que alaban este tipo de enseñanza, haciendo que sea cada vez más popular y demandada. En nuestra plataforma, en nuestro ranking de los mejores colegios privados de España, contamos con seis colegios Montessori y dos colegios Waldorf. Este ranking está elaborado con base en las búsquedas que realizan las familias, el volumen de tráfico que reciben las fichas de los centros o las solicitudes de información a los mismos. Curiosamente, hemos notado un gran ascenso desde mayo en las solicitudes de información a estos centros Montessori/Waldorf. Tan solo en mayo, junio y lo que llevamos de julio hemos gestionado más solicitudes que en los 12 meses previos (desde que lanzamos esta funcionalidad a las familias).
P. ¿Dentro de esta búsqueda de centro, cuál sería el papel docente a la hora de que los padres elijan uno u otro?
R. Fijarnos en el equipo docente es clave a la hora de escoger colegio. Nuestra recomendación es dar con una serie de centros afines a nosotros (para lo que recomendamos usar nuestra plataforma, cómo no) y a partir de ahí informarnos y visitarlos para conocer de primera mano a las personas que estarán con nuestros hijos a diario. En mi opinión, observaría si el equipo docente ofrece a los más pequeños grandes dosis de afecto y sensibilidad y que el centro, en su conjunto, proporciona al alumno un ambiente de confianza, familiaridad y seguridad. Tampoco debemos olvidar que los niños se van a formar como personas en el colegio, por lo que es clave que el centro y los docentes que lo forman estén en línea con los valores familiares. El feeling que nos den los docentes y el ambiente del colegio es clave, por lo que es recomendable preguntar a otros padres y ver cómo están los otros niños.
¿Escolarización obligatoria a los tres años?
A los 3 años están prácticamente todos los niños escolarizados. “Si revisamos las noticias, la mayor parte de los ciudadanos cree que a esta edad la escolarización es obligatoria. En realidad, la Educación Infantil es de carácter voluntario, y es a los seis años cuando la escolaridad se convierte en algo obligatorio”, explica Sarmiento.
En su opinión, los tres años deberían ser el inicio de la vida escolar. “Sería una forma de garantizar que todos los niños puedan acceder a la educación, una palanca para favorecer la igualdad. Y para las familias es una gran ayuda para la conciliación. Es muy probable que gran parte de ese 3,5% de niños no escolarizados sufra un riesgo alto de exclusión social por pertenecer a familias con pocos recursos”.
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