Los smartphones se han convertido en uno de los accesorios esenciales para cualquier persona. En la última década han sufrido grandes avances, como es el caso de la protección contra polvo y agua, cada vez más instaurada, que busca prevenir esos pequeños sustos que sufrimos cada vez que el móvil cae al agua, o cuando algo se derrama sobre él.
Ante estos accidentes acuáticos, existe un amplio abanico de consejos para paliarlos una vez suceden, aunque no siempre funcionan. A continuación presentamos aquellos métodos que funcionan, así como los métodos que deberíamos dejar a un lado a la hora de salvar un móvil para que siga siendo operativo.
¿Qué debemos hacer si se moja nuestro móvil?
En primer lugar debemos apagar el dispositivo, desconectarlo de la corriente eléctrica y, sobre todo, no cargarlo. Si el modelo de nuestro smartphone lo permite, se recomienda retirar la batería para meterla durante 24- 48 horas en un recipiente con bolsas de sílice. Asimismo, es recomendable recurrir a la ayuda de profesionales especializados, por lo que se aconseja llevar el móvil a un servicio de reparaciones para realizar una revisión de la corrosión de sus componentes internos.
Meterlo en arroz, un falso mito
La tienda de informática y tecnología PcComponentes discute la eficacia de las soluciones tradicionales: “No suelen serlo, y mucho menos el empleo de un recipiente con arroz”, ya que a pesar de que el arroz es capaz de absorber la humedad, este puede dejar nuevos residuos que deterioran el interior del teléfono.
Entre los errores más habituales destaca el empleo de un secador de pelo, ya que al propulsar aire, puede introducir el agua en zonas de difícil acceso y mojar otras partes. Asimismo, este método puede causar una alta reactividad con los materiales metálicos que los integran, la cual incrementa el riesgo de cortocircuitos o de la rotura de algunas de sus partes.