El exgobernador de Sinaloa y excandidato presidencial indicó que lo primero que tiene que hacer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es tomar el control de la situación.
El exgobernador de Sinaloa Francisco Labastida Ochoa señaló que con los hechos de ayer en Culiacán, Sinaloa “parece que murió buena parte, por no decir que toda la justicia de un país” e incluso dijo que este viernes estaba portando corbata negra porque estaba de duelo.
El también excandidato presidencial lamentó los enfrentamientos entre Fuerzas Armadas e integrantes del Cártel de Sinaloa que se dieron en la capital sinaloense, luego de que elementos de la Policía Ministerial Militar emprendieron una operación para detener a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín, el Chapo, Guzmán Loera.
“Me parece muy lamentable lo que ocurrió y la forma de solucionarlo. La reacción del narco por encima de las fuerzas mexicanas implica que el narco tiene más fuerza que el Estado mexicano. La reacción del Estado mexicano de devolver al delincuente implica que el Estado mexicano cedió a las presiones de la delincuencia”.
Labastida Ochoa recordó que cuando él llegó al gobierno de Sinaloa (1987 a 1992) metió a a la cárcel a 40% de la policía judicial del estado y corrió al 30% “porque estaban profundamente penetrados y estaban al servicio del narcotráfico”.
Asimismo destacó que el crecimiento de la delincuencia que se dio en los últimos tres sexenios (Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) han generado que, por ejemplo, cuando él llegó a la Secretaría de Gobernación (Segob), en 1998, los homicidios ascendían a 10 mil 600 y actualmente ya se contabilizan 30 mil.
“Yo aprendí que cuando hay una tregua, las dos partes dejan de utilizar armas. Cuando uno solo de los grupos hace una tregua unilateral, no es tregua. Lo que es obvio es que la estrategia no ha funcionado”, acotó.
Indicó que lo primero que tiene que hacer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es tomar el control de la situación y que para no ver el desfile de camionetas con hombres armados, es importante reducir la fuerza del grupo delincuencial duro “y duro quiere decir de fondo y de verdad”.
“Sin lugar a dudas tienen que demostrar que el Estado mexicano tiene el control del estado si no es un estado fallido”, agregó.
Sobre el reconocimiento que hizo el gabinete de seguridad respecto a que no fue algo circunstancial lo que ocurrió ayer en Culiacán, sino de una acción directa para la captura de un presunto delincuente al contar con una orden de aprehensión provisional con fines de extradición emitida por un juez federal, Francisco Labastida expresó que sin lugar a dudas la verdad tiene un valor importante, pero insistió en que “lo que necesitamos son hechos; acciones, no palabras”.
“Las palabras tiene un valor sin duda alguna, pero el derivado de ello está la definición de las medidas a tomarse en adelante y tienen que estar adecuadas al tamaño y características del problema”, finalizó.