Vive orgullosa de ser muxe, sus raíces y su familia; Estrella, quien ha luchado contra la discriminación, protagoniza la portada más reciente de la revista Vogue.
Diana Manzo
Juchitán, Oax.- No es casualidad que se llame Estrella, su nombre y su rostro brillan con más fuerza desde el pasado lunes en el firmamento virtual de las redes sociales tras difundirse su fotografía en la portada de la revista Vogue; los nervios la delatan por las emociones que siente al no saber cual será su próximo destino… por ahora simplemente sonríe y disfruta.
Con este número que se publicó en el marco de la celebración anual de la fiesta de la diversidad sexual conocida como “La Vela de las Autenticas Intrépidas Buscadoras del Peligro”, Vogue hace un homenaje a la comunidad muxe (lésbico- gay) del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca, donde es motivo de orgullo para la sociedad que los acepta, los tolera y los quiere como al hijo más pequeño.
Sentada en el patio de su casa de la colonia Cheguigo Saltillo de la ciudad zapoteca de Juchitán de donde es originaria, Estrella Vásquez Guerra hilvana los hilos multicolores que teje sobre una prenda de un bastidor de madera, así son sus tardes desde que se convirtió en artesana textil a los 10 años de edad.
Sonríe al recordar el día que una de sus amigas le llamó por teléfono para invitarla a una sesión de fotos que se tomarían en Huatulco, a la que asistieron 12 muxes de Juchitán que lucieron los trajes famosos trajes regionales de esta región de Oaxaca.
Del nombre de la revista Vogue no sabía nada y decidió participar porque en números anteriores la página principal fue ocupada por dos oaxaqueñas, la actriz nominada al Óscar, Yalitza Aparicio, y la cocinera tradicional de Oaxaca, Abigail Mendoza, cuyos guisos fueron exaltados por la Unesco como patrimonio de la humanidad.
Ser muxe para Estrella representa un orgullo a sus 37 años de edad, pero lo es aún más para su madre María de Jesús Guerra Aquino quien está feliz por los logros que ha obtenido su hija.
Mientras cuenta sobre la niñez de Estrella que desde los cinco años comenzó a mostrar que su cuerpo no le pertenecía a un hombre sino a una mujer, ella la apoyó incondicionalmente, porque la ama y la acepta tal y como es, un muxe.
“Estoy muy emocionada por todo lo que ha pasado, para mí es una mujer, así la quiero y la apoyo en todo lo que hace, estoy muy feliz por que es una persona muy trabajadora y respetuosa, es mi compañera de vida, ella es mi orgullo”, expresó María de Jesús.
En esta zona de Oaxaca, los muxes son considerados una bendición y asumen el rol femenino a pesar de haber nacido varones, por eso Estrella para su madre es considerada mujer y es la tercera hija de cinco hermanos.
Sus familiares, amigas y comadres no han dejado de felicitarla, inclusive la visitan en su hogar y celebran que su ser haya sido distinguida por su belleza, pero también recuerdan el gran ser humano que es y lo fuerte que ha sido para luchar contra la discriminación que continúa siendo una brecha de la desigualdad social.
Estrella también es activista y defensora de los derechos humanos, ocupó cargos en la política como titular de la Dirección de la Diversidad Sexual del ayuntamiento de Juchitán en el bienio 2016- 2018.
Su estatura de más de 1 metro con 90 centímetros y su escultural cuerpo muestran su belleza al andar, es seria y muy cautelosa al hablar, por ahora sólo quiere disfrutar y seguir laborando sus prendas tradicionales, por que de eso vive económicamente.
También es coreógrafa y diseñadora de eventos sociales. Estrella tiene talento y lo comparte. Recientemente fue invitada a participar como modelo profesional y también para el rodaje de una película.
Estrella habla de sus hermanas muxes con respeto y admiración, está agradecida por el acompañamiento y colectividad que se han dado para visibilizar el orgullo que representa vivir en Juchitán, y la lucha que han dado para privilegiar el respeto y la no discriminación, que aunque reconoce “aún hace falta mucho”, se ha dado el primer paso: “A los muxes ya nos conocen de Juchitán, Oaxaca, para todo el mundo”.
