LIMA — El
arzobispo de Lima, Carlos Castillo, criticó el sistema sanitario de Perú en una
misa inédita sin feligreses, pero repleta de retratos de más de 5,000 que
murieron a causa del nuevo coronavirus.
Es la primera vez en más de 400 años que en la
catedral de Lima se realiza una misa vacía con retratos de víctimas de una
pandemia.
Perú es el octavo país en el mundo con el mayor número de infectados.
Castillo dijo que el sistema de salud peruano
“está basado en el egoísmo y en el negocio y no en la misericordia y en la
solidaridad con la gente”.
Cientos han muerto en la puerta de los
hospitales, en sus casas tras llamar sin respuesta a los servicios sanitarios o
sus familiares han quedado arruinados por los altos costos de balones de
oxígeno necesarios para su recuperación o por la atención excesivamente costosa
en clínicas privadas.
Una pareja joven de Rio Grande City viajó a Perú sin saber que quedaría varada por la pandemia del coronavirus.
Castillo pidió a los ricos y poderosos ser
solidarios con el hambre de los pobres una semana después que el Banco Mundial
anunció que en 2020 Perú tendrá una de las contracciones económicas más fuertes
del hemisferio occidental con una reducción del 12% de su producto interno
bruto.
“Se viene un momento más duro todavía, sería
terrible que en el próximo tiempo tengamos miles de esas fotos pero de muertos
por hambre, sería terrible que en el próximo tiempo los muertos que vengan no
sean por el coronavirus sino porque nosotros no hemos abierto el puño”, dijo.
Se debe a la cuarentena obligatoria que ha confinado desde el lunes a toda la población peruana en sus casas para frenar la propagación del coronavirus COVID-19.
Desde el martes, el arzobispado imprimió miles de
retratos que los familiares de los fallecidos enviaron al correo electrónico
institucional, el cual terminó saturado tras la convocatoria.
Durante todo el sábado, el equipo de prensa del
arzobispado colocó las fotografías en las 84 bancas de la catedral, pero al
faltar espacio, Castillo ordenó colocar miles más en los muros.
En medio de los miles de retratos, el jefe de
comunicaciones del arzobispado, Juan José Dioses, dijo a The Associated Press
que llegará el momento en que le cuente “a su hija Valentina y a sus nietos en
que hubo un día que la catedral estuvo repleta no de personas sino de fotos”.
Se podían ver retratos de médicos, policías,
bomberos, barrenderos, periodistas, abuelos abrazando a sus nietos, una mujer
bailando con su hijo y hasta un bebé, todos víctimas del COVID-19.
El nuevo coronavirus ha provocado hasta el sábado
más de 6,400 muertos y más de 225,000 infectados en Perú. El país sudamericano
es el segundo con más contagios en Latinoamérica, después de Brasil.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus
provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas.
En algunas personas, sobre todos los adultos
mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar
enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.