Una “vacuna” experimental contra el cáncer mostró resultados prometedores en un pequeño ensayo clínico de pacientes con linfoma en estado avanzado, según un estudio publicado en la revista Nature Medicine y que fue llevado a cabo por investigadores del Hospital Mount Sinai de Nueva York.
Tal como informa este centro sanitario de referencia en la lucha contra el cáncer, sus científicos han desarrollado un enfoque “novedoso” en la inmunoterapia del cáncer, inyectando estimulantes inmunitarios directamente en el tumor para enseñar al sistema inmunitario a destruirlo, así como a acabar con otras células tumorales que haya en el cuerpo.
El estudio se ha realizado solo con el tratamiento de 11 pacientes con linfoma y los resultados fueron lo suficientemente exitosos como para justificar otro ensayo clínico a partir de ahora con pacientes con linfoma, así como con cáncer de mama, de cabeza y de cuello.
Según los investigadores, algunos de estos pacientes de este primer ensayo clínico con personas tuvo una “remisión completa” del cáncer durante meses o incluso años. En las pruebas de laboratorio en ratones, la vacuna aumentó drásticamente el éxito de la inmunoterapia.
“El enfoque de la vacuna tiene amplias implicaciones para múltiples tipos de cáncer”, dijo en la nota el autor principal del ensayo, el doctor Joshua Brody, director del programa de inmunoterapia para el linfoma de la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinai, quien cree que “este método también podría aumentar el éxito de otras inmunoterapias”.
Según informa el hospital neoyorquino, el tratamiento consiste en administrar una serie de estimulantes inmunitarios directamente en un sitio del tumor.
El primer estimulante recluta importantes células inmunes llamadas células dendríticas que actúan como generales del “ejército inmune”.
“El segundo estimulante activa las células dendríticas, que luego ordenan a las células T, los soldados del sistema inmunológico, que matan las células cancerosas y eviten las células no cancerosas. Este ejército inmune aprende a reconocer las características de las células tumorales para que puedan buscarlas y destruirlas en todo el cuerpo, convirtiendo el tumor en una fábrica de vacunas contra el cáncer”, explica el centro investigador.
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