-
La pesadilla de Rocío y Brenda empezó en la calle Cerezos 161: “Tengo un trauma por algo que no cometimos”
Dice que no se veía mucho porque fuera estaba oscuro, pero que cerca había una tiendita amarilla. Que fue en la calle, dentro de la patrulla, con el vehículo estacionado al lado de unos árboles. Que eran dos agentes, uno más güero, que tenía a su sobrina, y otro más gordo, moreno, que la puso…