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El capitalismo desbocado se abre paso en Venezuela
Adriana conduce de madrugada por las calles del centro de Caracas. Consigue los clientes a través de la aplicación Yummy, el Uber venezolano. Durante unos cuantos meses este fue el secreto mejor guardado de la microeconomía local: la demanda era altísima y en una buena noche un trabajador despierto podía ganar alrededor de 60 dólares.…