En 2005, en medio de una reseña de la ahora clásica película de videojuegos Condenarel fallecido crítico Roger Ebert afirmó que nunca le habían presentado un ejemplo de videojuego “digno de comparación con los grandes dramaturgos, poetas, cineastas, novelistas y compositores.” Continuaría defendiendo la posición de que la interactividad de un juego era su propia…