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El arte se marchita en un país donde cualquier cosa puede considerarse una amenaza
DHAKA, Bangladesh — El célebre director de Bangladesh había tratado de hacer todo según las reglas. Antes de rodar su película, el cineasta, Mostofa Sarwar Farooki, presentó el guión para la aprobación del Ministerio de Información y Radiodifusión del país. Había recibido permiso para contratar a destacados actores indios y palestinos, además de artistas de…