-
El caos se apodera del mercado del níquel y golpea al coche eléctrico
El barullo de gritos, señas y llamadas telefónicas del parqué de la Bolsa de Metales de Londres, uno de los últimos reductos donde los brókeres negocian a viva voz, tiene algo de romanticismo pretérito en una industria dominada por algoritmos y operaciones de alta frecuencia. Su último problema, en cambio, bebe de los tiempos actuales,…