El Gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que impuso sanciones contra el expresidente de Guatemala Alejandro Giammattei y sus tres hijos, Marcela, Estéfano y Alejandro, restringiéndoles el ingreso a territorio estadounidense, por su “implicación en corrupción significativa”.
“El Departamento de Estado tiene información creíble que indica que Giammattei aceptó sobornos a cambio del desempeño de sus funciones públicas durante su mandato como presidente de Guatemala (2020-2024), acciones que socavaron el Estado de derecho y la transparencia del Gobierno”, afirma un comunicado.
Washington subrayó que “ha dejado en claro que apoya a los guatemaltecos que buscan la rendición de cuentas de los actores corruptos”, remarcando que durante los últimos tres años ha impuesto sanciones a cerca de 400 guatemaltecos, incluidos funcionarios públicos, representantes del sector privado, y sus familiares “por participar en actividades corruptas o socavar la democracia” en el país.
“La corrupción debilita el Estado de derecho y las instituciones democráticas, permite la impunidad, alimenta la migración irregular, obstaculiza la prosperidad económica y restringe la capacidad de los gobiernos para responder eficazmente a las necesidades de sus pueblos”, ha explicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Así, indicó que Estados unidos “sigue comprometido” con fortalecer la transparencia y la gobernanza en Guatemala y en todo el Hemisferio Occidental, y ha abogado por “utilizar todas las herramientas disponibles” para promover la rendición de cuentas “de quienes la socavan.
Horas antes, el Departamento del Tesoro estadounidense había anunciado la inclusión en su lista de sanciones al que fuera ministro de Energía y Minería de Guatemala durante el mandato Alejandro Giammattei, Alberto Pimentel, por participar en “numerosas” tramas de corrupción relacionadas con concesiones públicas.
Mientras que a mediados de diciembre de 2023, el Gobierno de Estados Unidos informó de restricciones de visados a cerca de 300 guatemaltecos, incluidos más de un centenar de congresistas, con el objetivo de garantizar “que se respete la voluntad del pueblo” y contra las “acciones antidemocráticas del Ministerio Público de Guatemala y otros actores malignos”
Giammattei dejó el cargo el 14 de enero en la investidura del actual presidente, Bernardo Arévalo, cuya toma de posesión se vio afectada por los intentos de boicot de la clase política y judicial que, en la propia jornada, provocó un retraso de varias horas en la ceremonia por la suspensión de los parlamentarios del partido oficialista, el Movimiento Semilla, decisión que finalmente se revocó, si bien generó preocupación internacional.
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