La Reserva Federal (Fed) estadounidense anunció este miércoles una pausa en las subidas de las tasas de interés aunque advirtió que probablemente sea necesario aprobar de nuevo aumentos antes de fin de año.
Los tipos se mantienen así en una horquilla de entre el 5 % y el 5,25 %, el nivel más alto desde mediados de 2007, tras una racha de diez subidas consecutivas llevadas a cabo para bajar la inflación.
“De cara al futuro, casi todos los participantes del Comité consideran probable que algunos aumentos adicionales de tasas sean apropiados este año para llevar la inflación hacia el 2 %” que el organismo tiene como objetivo, apuntó en una rueda de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell.
El directivo del regulador explicó que tras las diez subidas llevadas a cabo desde marzo de 2022 ahora cada vez está “más cerca” el “destino” del 2 % y por tanto es “razonable, de sentido común, ir un poco más despacio” para tener más tiempo de analizar los efectos que la política monetaria tiene sobre la economía.
Así, para “determinar el grado de endurecimiento adicional” que pueda decidirse, se tendrá en cuenta el tiempo en que tarda en hacer efecto la política monetaria sobre la actividad, el empleo y la inflación, así como la evolución de los mercados financieros.
La próxima reunión de la Fed tendrá lugar los días 25 y 26 de julio y antes de fin de año los miembros del comité celebrarán otras tres reuniones en septiembre, octubre y diciembre.
La decisión de la Fed se conoció un día después de saber que la tasa interanual de inflación bajó considerablemente en mayo, nueve décimas, hasta situarse en el 4 %, su nivel más bajo desde marzo de 2021.
Fue la segunda caída más pronunciada del índice de precios de consumo desde que comenzara a bajar hace once meses.
Pese a esto, apuntó Powell, “las presiones inflacionarias continúan siendo altas y el proceso de lograr que la inflación vuelva a bajar al 2 % es un largo camino por recorrer”.
En sus previsiones económicas, que también publicó hoy la Fed y que son una media de las estimaciones que hacen los miembros del comité, calculan que la inflación seguirá moderándose este año hasta colocarse en el 3.2 %, y en el 2.5 % en 2024.
No espera que se alcance el deseado objetivo ni siquiera en 2025, año en el que calcula que la inflación se colocará en el 2.1 %.
En cuanto al crecimiento, los miembros del comité calculan ahora un aumento del Producto Interno Bruto del 1 % este año, seis décimas por encima de su previsión de marzo.
Sin embargo, han reducido en una décima la previsión de 2024, año en el que ahora calcula que la economía avanzará el 1.1 % frente al 1.2 % que estimaba antes. Para 2025 prevé un crecimiento del 1.8 %, una décima superior a su anterior previsión.
Sobre desempleo, prevé que la tasa, que está actualmente en el 3.7 %, cerrará el año en el 4.1 %, frente al 4.5 % que calculaba antes. Cree que estará en el 4.5 % tanto en 2024 como en 2025.
En su comunicado de este jueves, en el que justificó mantener los tipos mientras evalúa los efectos de las subidas hasta ahora, la Fed apuntó que los indicadores recientes “sugieren que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo moderado”.
También consideró que la creación de empleo sigue siendo sólida y la tasa de desempleo se ha mantenido baja, mientras la inflación “sigue elevada”.
Además, reconoció que es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación aunque “el alcance de estos efectos sigue siendo incierto”. El sistema bancario estadounidense, agregó, “es sólido y resistente”.
La Fed anunció su última subida de tipos, de un cuarto de punto, el pasado 3 de mayo. Según se conoció tras la publicación de las actas de la reunión, los participantes expresaron mayoritariamente incertidumbre sobre lo apropiado de restringir más la política monetaria.
Ante una inflación desbocada como consecuencia de la pandemia y de la guerra de Rusia contra Ucrania, la Fed comenzó el 17 de marzo de 2022 a subir los tipos. Lo hizo con 25 puntos básicos y subió 50 más en mayo.
Después comenzó a apretar el acelerador y realizó cuatro subidas de 75 puntos básicos. En diciembre aumentó medio punto y este año comenzó a ralentizar el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos.
La relajación del ritmo se hizo más necesaria tras la incertidumbre desatada en el sistema bancario por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank, que las autoridades estadounidenses lograron contener.
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