La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó que Estados Unidos se reserva el derecho a tomar cualquier medida en el momento y la forma que elijan contra Arabia Saudí o contra el príncipe, Mohammed bin Salmán, por su implicación en el asesinato del periodista crítico Jamal Khashoggi, recogida en un documento de los servicios secretos estadounidenses.
Durante la rueda de prensa del pasado lunes, Psaki insistió en que “históricamente”, Estados Unidos no ha sancionado a los líderes del Gobierno de los países con los que mantiene relaciones diplomáticas.
Psaki, recordó que Biden ya había condenado el asesinato como un crimen “horrible” y aseguró que desde la Administración ya han adoptado una serie de medidas enérgicas para imponer a las personas directamente implicadas en la operación que condujo al asesinato del periodista en la embajada saudí de Turquía.
Entre estas sanciones, destacó las impuestas contra un alto funcionario de la inteligencia saudí, Ahmad al Asiri, y contra toda la Fuerza de Intervención Rápida, una unidad de la Guardia Real, en una acción que apunta a “la red responsable” para evitar que un crimen como este vuelva a ocurrir.
White House press secretary Jen Psaki said that the U.S. reserves the right to sanction Mohammed bin Salman in the future if necessary, after Washington named the Saudi crown prince as having approved an operation to capture or kill journalist Jamal Khashoggi pic.twitter.com/z0IsJR21EF
— Reuters (@Reuters) March 1, 2021
A pesar de no haber sancionado al príncipe heredero directamente, Psaki insistió, tras las preguntas de los periodistas sobre por qué no se ha sancionado a Bin Salmán, en que desde el primer día de la Administración Biden han dejado claro que van a recalibrar la relación con Arabia Saudí.
Defendió, además, que estas medidas han sido tomadas siguiendo los consejos de los equipos de seguridad, siendo el mejor curso de acción, según sus recomendaciones.
“La diplomacia global requiere responsabilizar a los países cuando sea necesario, pero también actuar en el interés nacional de Estados Unidos, y eso es exactamente lo que el presidente está tratando de hacer”, precisó la portavoz.
Disolución de la Fuerza de Intervención Rápida
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, pidió a Arabia Saudí que disuelva la Fuerza de Intervención Rápida, una unidad de la Guardia Real saudí que ha participado en operaciones de lucha contra la disidencia, incluida la operación que dio lugar al brutal asesinato de Khashoggi.
Según el informe de la inteligencia estadounidense revelado el pasado viernes, esta unidad existe para proteger al príncipe heredero, sólo responde ante él y ya participó directamente, antes de la muerte de Khashoggi, en operaciones para acallar a disidentes en el reino y en el extranjero por orden del príncipe heredero.
También solicitó a las autoridades saudíes que adopten reformas y controles institucionales y sistémicos para garantizar que las actividades y operaciones contra los disidentes cesen y se detengan por completo.
Price calificó el asesinato del periodista como “inaceptable” y reiteró que se comprometen a aplicar la Prohibición Khashoggi, una política con la que Estados Unidos pretende sancionar y castigar a quienes amenacen a disidentes y periodistas.
También el portavoz del Departamento de Estado ha insistido en que la relación con Arabia Saudí es “importante” para los intereses de Estados Unidos y requiere un progreso continuo y reformas para asegurar que esta asociación se apoye en fundamentos sólidos y siga avanzando en los objetivos compartidos.
Con información de Europa Press