Europa manda sobre Estados Unidos. Si los golfistas europeos se impusieron a los norteamericanos en la Copa Ryder de París 2018, y defenderán el título del 24 al 26 de septiembre en Wisconsin, las mejoras jugadoras europeas vencieron ayer en la Solheim Cup a Estados Unidos en Toledo (Ohio) por 15-13 y reeditaron el título que habían conquistado en 2019. Es la segunda ocasión en la historia en la que las golfistas de Europa retienen el trofeo (como en 2011 y 2013) y la segunda victoria en suelo norteamericano.
Fundada en 1990 gracias al impulso de un empresario y diseñador de palos de apellido Solheim, la competición ha alumbrado hasta ahora el dominio de Estados Unidos. Pero las distancias se recortan, como ha sucedido históricamente en la Ryder Cup, y hoy las jugadoras norteamericanas mandan en el global del torneo por 10 triunfos frente a siete. Y la próxima edición, en la que Europa buscará un triplete consecutivo inédito, tendrá lugar en casa, en el campo malagueño de Finca Cortesín.
Europa amaneció este lunes un palmo por delante en la clasificación (9-7) después de los duelos por parejas del sábado y del domingo y con los 12 partidos individuales por jugarse. Una diferencia mínima cuando todo se ha de decidir en una docena de choques cara a cara ante el público local. El viento cambia muy rápidamente de dirección y de velocidad en torneos como la Ryder Cup y la Solheim. Una victoria en una parte del campo puede prender como la chispa que desata un incendio. De ahí que las capitanas de cada equipo se multipliquen por el recorrido, intentando espolear a todas sus alumnas. Cada centímetro cuenta. Cada batalla puede ser la decisiva.
Consciente de que debía apretarse el cinturón para mantener la ventaja y no dar alas a la revolución, Europa sacó el martillo. La clasificación comenzó a pintarse de azul (el color europeo, rojo el americano). La irlandesa Leona Maguire venció a Jennifer Kupcho por 5&4 (cinco hoyos de ventaja con cuatro por jugarse), la sueca Sagstrom se impuso a Ewing por 3&2, y la francesa Céline Boutier a Harigae por 5&4. Fueron tres victorias contundentes en los tres primeros duelos. La mancha azul se extendía y la ventaja de Europa se agrandó en un suspiro hasta un 12-7 que dejaba el título a dos pasos (con 14 puntos, las europeas retenían el título).
Estados Unidos despertó con algunas de sus figuras. Lexi Thompson arañó un empate ante la sueca Anna Nordqvist y Nelly Korda, la número uno del mundo, oro en los Juegos de Tokio, puso el 12,5-8,5 con su triunfo ante la inglesa Georgia Hall (uno arriba). La rebelión aún continuaría con las victorias de Megan Khang contra la alemana Sophia Popov (3&2) y de Brittany Altomare sobre Carlota Ciganda. La navarra, la representante española en el equipo europeo, una veterana en su quinta Solheim, había llegado a remar con dos hoyos de ventaja, pero cedió su renta para caer por 2&1. Europa dominaba por 13-11 cuando un putt de la finlandesa Matilda Castren puso el punto definitivo, rematado en los duelos finales hasta el 15-13. Las golfistas europeas reinaban en Estados Unidos.
Clasificación y resultados de la Solheim Cup.
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