Eurovisión, la fábrica de exitosos concursos musicales para las cadenas públicas europeas


Una media de 13,4 millones de espectadores vieron el sábado 5 de febrero cómo Mahmood y Blanco se proclamaban ganadores del festival de San Remo con el tema Brividi. Se convertían así en los sucesores del grupo de rock Måneskin, ahora conocido a nivel mundial. Con una cuota de pantalla de un 65%, la emisión televisiva de la que es la preselección italiana para el festival de Eurovisión fue un año más todo un éxito en audiencias para la RAI. Su complejo sistema de votación hace que el espacio suela dividirse en cinco emisiones. Los datos que obtiene son muy superiores a los que jamás le ha dado a la televisión italiana formatos similares, como Factor X y La voz.

Algo parecido ocurre en otros países europeos. Eurovisión no es solo el gran acontecimiento musical que congrega a cientos de millones de espectadores cada mes de mayo. Es también el germen de talentos musicales creados por las cadenas públicas y que son tanto o más efectivos que las apuestas más poderosas de las productoras privadas.

RTVE decidió este año imitar muchas de estas fases clasificatorias con el Benidorm Fest, que emitió con ayuda de Boomerang TV, la responsable en España de La voz. Al margen de sus polémicos resultados, que han llegado al Congreso de los diputados, la cadena pública logró un gran éxito de audiencia creando de la nada un concurso musical que ha llamado la atención del espectador. Sus dos primeras semifinales superaron la media de La 1 y, en la tercera entrega final, sus datos se dispararon. Sin llegar a las cifras de otros países europeos, la victoria de Chanel del sábado 29 de enero congregó a casi tres millones de espectadores, lo que supone una cuota de pantalla del 21%, doblando a las ofertas de Antena 3 y Telecinco. Además, atrajo a un público joven, algo poco habitual en el canal.

En Suecia, la pasión eurovisiva en televisión es todavía más sorprendente. Según el portal de estadísticas Statista, Sveriges Television (SVT) obtuvo en 2021 grandes datos de audiencia en la final del Melodifestivalen. Una media de 3,7 millones de espectadores y un 81% de cuota de pantalla sintonizaron con el programa en un país de 10,4 millones de habitantes. Por lo general, el espacio se compone de seis entregas: cuatro semifinales, una ronda de repesca y la gran final. La edición de 2022 arrancó este sábado 5 de febrero y alcanzó un 77% de cuota de pantalla.

El Festival da Canção de Portugal, el Melodi Grand Prix de Noruega, el Eesti Laul en Estonia y el Unser Lied alemán, ahora rebautizado como Germany 12 points, son otras competiciones televisivas nacidas de la estela de Eurovisión que, además de un candidato para el certamen musical, puede dar a las emisoras públicas una excusa para conectar con sus ciudadanos.

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