Acusó que junto con su secretario general Luis Almagro, la OEA “se sumó al golpe de Estado”.
Evo Morales, quien renunciara el 10 de noviembre a la presidencia de Bolivia y se encuentra actualmente asilado en México, hizo desde este país un llamado a organismos e instituciones internacionales a conformar una comisión de la verdad que se encargue de emitir un informe sobre las elecciones del pasado 20 de octubre en Bolivia.
“Seis informes demuestran que hemos ganado en la primera vuelta”, asentó Morales este martes durante una conferencia de prensa en el Hotel Courtyard en la Ciudad de México, desde donde volvió a denunciar un golpe de Estado por parte del gobierno de facto de Jeanine Áñez.
“Estamos invitando a instituciones y organismos internacionales, así como al hermano el Papa Francisco y la Iglesia Católica, Naciones Unidas y otros para que haya una Comisión de la Verdad sobre la elección del 20 de octubre”, dijo.
Aseguró que “si la Asamblea no ha aceptado mi renuncia, sigo siendo el Presidente. Además, soy presidente electo que ganó la primera vuelta y no tengo que ocultarlo”.
Durante el encuentro con la prensa, Evo Morales señaló que la violencia ejercida por las fuerzas armadas y la policía contra las bolivianas y bolivianos durante las protestas de los últimos días, recuerda a los tiempos de la dictadura de Luis García Meza.
“En Bolivia están matando a mis hermanos y hermanas”, dijo Evo luego de proyectar un video en el que recopilan imágenes de la violencia que se ha vivido en las calles de La Paz y Cochabamba desde el fin de semana pasado.
Además, Morales cuestionó hoy la auditoría que realizó la Organización de Estados Americanos (OEA) del pasado proceso electoral presidencial y acusó que junto con su secretario general Luis Almagro, “se sumó al golpe de Estado”.
Morales aseguró que ante el escenario de violencia en el país, solicita a organismos internacionales acompañar o facilitar el diálogo “que permita pacificar Bolivia”. Agregó que “las fuerzas armadas deben saber que los tratados internacionales sobre derechos humanos, están por encima de cualquier norma nacional”.
Las declaraciones de Evo Morales se refieren al decreto presentado por el gobierno de Áñez con el que “dan carta blanca a las fuerzas armadas para matar a bolivianas y bolivianos y eso solo se hace en las dictadura”.
Morales sostuvo que en el fondo, la violencia que se vive en Bolivia va anclada a que durante su gestión se nacionalizaron los recursos naturales. “Nuestro proyecto político de liberación política, ideológica, pragmática, social, cultural y sobretodo económica ha demostrado que hay otra vía para resolver nuestros problemas económicos”, aseguró.
“Nuestro mayor delito es haber nacionalizado los recursos naturales”, dijo. Señaló que Bolivia ya no es la de antes sobre todo al tomar en cuenta que con la nacionalización de los hidrocarburos la renta petrolera alcanzó 8 mil millones de dólares.
“El pueblo no estaba equivocado, he cumplido con el pueblo, con el mandato con ese pedido y ahí vienen la redistribución de la riqueza para disminuir la pobreza. Ese programa esas políticas, los proyectos que han permitido a Bolivia desarrollarse y demostrar a América y al mundo que hay otra vía de solución en el camino, eso no lo perdonan“, dijo.
Morales señaló que el golpe de Estado en Bolivia era parte de “una conspiración interna y externa de quienes no aceptan estas políticas económicas”. Aseguró que el plan que motivó toda esta reestructura tenía como fin hacer que Bolivia “fuera el centro energético de Sudamérica”.
“El tema litio, antes estaba privatizado, lo recuperamos, lo nacionalizamos. El año pasado terminamos la gran industria de cloruro de potasio, de septiembre exportamos 15 mil toneladas“, agregó.
Evo Morales agregó que es realmente doloroso ver la situación en la que se encuentra el país. “Me duele porque con mucho esfuerzo hemos construido Bolivia, hemos hecho crecer a Bolivia económicamente, hemos bajado la pobreza y ahora lo están destrozando“.
“Yo quisiera volver (al país). No soy corrupto, no tengo ni un solo proceso, si me quieren procesar por sedición es una actitud completamente política, no tengo por qué estar fuera de Bolivia, pero lamento que por decisiones políticas internas y externas no quieren que vuelva”, aseguró Morales.