El expresidente respaldó como candidato presidencial a su exministro de Economía Luis Arce, quien actualmente lidera los sondeos sobre intención de voto.
El expresidente boliviano Evo Morales, que en 2019 dejó el poder presionado por las Fuerzas Armadas en medio de acusaciones de fraude, teme que sus rivales políticos manipulen los comicios de mayo o que impulsen un golpe de Estado si su partido gana las elecciones.
En una entrevista con Reuters en Argentina, donde vive hace meses, el centroizquierdista Morales acusó a la “derecha” y a Estados Unidos de impedir su candidatura presidencial y al Senado, y de intentar mantener a su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), lejos del poder.
“Han invertido tanto, con tantos muertos, dudo que la derecha boliviana con Estados Unidos sean gobierno por (solamente) seis o siete meses”, dijo a Reuters en su oficina de Buenos Aires.
“Estamos seguros que vamos a ganar las elecciones. Solo un fraude o un golpe puede frustrarlo”, señaló Morales, quien agregó: “Nos estamos preparando internamente sobre cómo cuidar el voto. Y si ganamos, pues el golpe”.
El pasado 1 de marzo, el exmandatario expresó su preocupación a través de Twitter y ahí mismo hizo un llamado a la comunidad internacional a que “acompañe al pueblo en las próximas elecciones”.
“Los golpistas pretenderán inhabilitar a nuestros candidatos incluso dos semanas antes del 3 de mayo”, aseguró.
Hago un nuevo llamado a la comunidad internacional comprometida con la democracia para que acompañe al pueblo en las próximas elecciones. Los golpistas pretenderán inhabilitar a nuestros candidatos incluso dos semanas antes del 3 de mayo.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) March 1, 2020
Al estar invalidado para competir en los comicios por la justicia electoral, Morales respaldó como candidato presidencial a su exministro de Economía Luis Arce, quien actualmente lidera los sondeos sobre intención de voto.
La actual mandataria Jeanine Añez y el expresidente Carlos Mesa -segundo en los comicios de octubre- lo siguen en la intención de voto y tendrían chances de imponerse en un eventual balotaje.
Morales había sido reelecto en las elecciones de octubre, pero debió convocar a nuevos comicios tras días de amplias protestas y violencia, disparados por las acusaciones de fraude en su contra. El exmandatario debió abandonar la presidencia cuando las Fuerzas Armadas le quitaron el respaldo.
Desde entonces, Morales ha dicho que fue víctima de un golpe de Estado y acusó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) de impulsarlo. En la entrevista con Reuters, Morales no descartó acudir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya de ser necesario.
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Un informe de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) puso en duda la semana pasada la acusación de fraude que la OEA hizo contra Morales, lo que disparó una nueva polémica en la región.
“El método utilizado por la OEA no está citado ni probado dentro del campo, y es poco probable que este método pueda justificarse dentro del campo”, explicó a Reuters Jack Williams, uno de los investigadores que realizó el informe.
“El fraude sucede en una diversidad de elecciones. El problema es la escala. En la elección de Bolivia de 2019 (…) el fraude no superó el margen para que Morales necesitara ganar“, añadió.
Morales dijo que “deberá haber una severa sanción contra Luis Almagro y su equipo que ha ido a hacer esta auditoría electoral en Bolivia”.
Mientras espera poder retornar próximamente a Bolivia -donde fue acusado de delitos como “sedición”-, Morales, de 60 años, intenta mantenerse en forma con una estricta rutina de ejercicios.
“Nosotros hemos ganado en la primera vuelta” en las elecciones de octubre, dijo Morales, y consideró que su exitosa política económica independiente y los intereses creados en torno del litio, un mineral del que Bolivia posee una de las mayores reservas a nivel mundial, fueron las causas del “golpe” en su contra.
(Rts)